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Patricio Alarcon: “Cuando no tengan la sombra de Correa, veremos su proyecto economico real”

La revelación de un audio de Eduardo Mangas, secretario general del presidente Lenín Moreno, evidencia que el aclamado diálogo era una estrategia para apaciguar la crispación.

“El presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Comercio fue de los primeros en pedir explicaciones al Gobierno por el audio de Eduardo Mangas donde desdeñaba el diálogo”.

- ¿Hay esperanzas aún para la relación Gobierno-empresarios?

- Ayer nos dijo Mangas que a él le interesa seguir dialogando. Nosotros nos mantenemos a la espera de que haya un veto total a la ley de reactivación económica.

- ¿Es posible confiar otra vez?

- Es difícil creer, pero hay que dejar a un lado la estrategia política. Las grabaciones de Mangas confirmaron lo que ya sabíamos: que son los mismos ideólogos. El equipo económico anterior tomó todas las decisiones y no se tomó en cuenta ninguna de nuestras propuestas. No fuimos escuchados.

- Entonces, ¿por qué esperar a un nuevo acercamiento?

- Ellos actúan así por la llegada de Correa. Tienen que tratar de sacar adelante la consulta popular. Pero cuando ya no tengan la sombra del expresidente, ahí veremos su verdadero proyecto económico. Hay que darles el beneficio de la duda al presidente (Lenín) Moreno y a Mangas.

- ¿Cree que Moreno y su mano derecha son ajenos a la gestión anterior?

- Son socialistas y creen en una política económica que para nosotros es errada. Creen que así sacarán al país adelante, pero hay que recordarles el mensaje de las urnas: ellos ganaron las elecciones por poco margen. Ganaron porque el ahora presidente ofreció al país un cambio y subió el apoyo.

- Ustedes han insistido en que una receta recaudadora sería perjudicial para las empresas y, por ende, para el empleo y la economía del país. ¿Piensa que ahora es posible que consideren sus propuestas?

- Hasta ahora Mangas y Moreno no han analizado mejores opciones que las que les propuso ese equipo económico. Pero la gente quiere trabajar y nosotros podemos resolverlo. Si bien no podemos confiar al 100 %, hay que esperar. Tienen que ser más pragmáticos y no confiar tanto en el socialismo del siglo XXI. Vea a Argentina, ha empezado a crecer, hay más confianza y está llegando muchísimo dinero a ese país.

- Ya no están los asesores rescatados del Gobierno de Correa. ¿Qué posibilidades hay con el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre; el director de Aduanas (Senae), Mauro Andino; o el de Rentas (SRI), Leonardo Orlando?

- A mí me preocupa que Carlos de la Torre siga muy negativo. Sigue diciendo que las tasas son inamovibles. El problema va a continuar porque De la Torre tiene su ideología y puede complicarse el diálogo, que pensaba que había terminado, pero como digo, Mangas dice que está interesado en hablar. Pero está claro: la misma mentalidad de Patricio Rivera la tiene De la Torre, Andino... Ellos quieren más impuestos para mantener el tren de gastos.

- ¿Qué le contestó a Mangas cuando este le sugirió más diálogo? ¿Le transmitió sus dudas?

- Le dije “Sentémonos para que tratemos esta problemática”. Es verdad que tenemos muchas preocupaciones y tendremos que expresárselas directamente.

- ¿Qué le parece el rol de otros miembros del Gobierno que antes de ser ministros estaban vinculados al mundo empresarial?

- Creo que Pablo Campana (ministro de Comercio) y Eva García (ministra de Industrias) no analizaron bien el proyecto económico antes de aceptar. Si no les hicieron partícipes de la estrategia, no vieron venir lo que se les venía. Ellos participaron en los diálogos del Consejo Consultivo, pero tuvieron poca injerencia en el proyecto de ley.

- Por lo que anunció Moreno en televisión y lo que después recogió el texto de la ley, tampoco el presidente fue correspondido...

- Incluyeron medidas que ni siquiera el régimen anterior se había atrevido a enviar.

- ¿Usted cree que el presidente fue engañado por su equipo económico o que él no fue transparente en su comunicado?

- Yo creo que sí, que le engañaron. Incluso creo que el asesor presidencial pactó el contenido con el anterior presidente.

- ¿Eso es una suposición o tiene algún indicio?

- Es solo una percepción.

- ¿Qué prefiere: a Correa, que desde el principio fue frontal en su alejamiento con los empresarios, o a Moreno, que ofreció un diálogo que ha resultado estéril?

- Eso lo sabremos después del 4 de febrero. Sí, después de la consulta. Hay que apoyar la consulta popular porque eso es democracia. Sobre todo, en la pregunta que eliminaría la reelección. Será importante que Lenín Moreno tenga el respaldo en las preguntas.

- ¿Se imaginaba usted hace siete u ocho meses, durante la campaña electoral, que hoy estaría apoyando a Lenín Moreno?

- No, no. La verdad es que nadie se imaginó que el presidente se pudiera distanciar tanto de su predecesor. Aunque, en realidad, me temo que después de la consulta popular sigan con el mismo modelo económico. Ahí, las empresas tendrán que reaccionar.

- Otra vez la confianza: ¿podrán, en su caso, mantener la colaboración con Moreno a sabiendas de que el presidente le volvió la cara a Correa? El expresidente habla de ‘traición’. ¿Qué les asegura que no pueda pasar lo mismo en la relación con los gremios?

- Bueno, el presidente Moreno tiene que ser pragmático. El país está en una situación económica complicada y tiene que tratar de solucionar la mala herencia recibida de la Administración anterior. Es mucho desgaste.

- Hablando de desgaste, ¿la representación empresarial quedó afectada tras los diálogos del Consejo Consultivo?

- Se nos hizo perder el tiempo. A nadie le gusta que le sigan cambiando las reglas del juego. Fue una decepción que no se tomara nada en cuenta de lo que se habló en esos meses.

- Sí, pero el sector comercial siempre ha sido el verso suelto de los gremios. Ustedes fueron más críticos con los resultados. ¿Se ha erosionado la relación dentro del sector privado?

- No, los gremios ahora estamos más unidos que nunca. Tenemos que defender unos intereses que puedan llevar adelante al país. No voy a decir nuestros intereses solamente.

- Pero, ¿quedó conforme con lo que hizo la representación empresarial dentro del Consejo?

- No, cómo voy a estar conforme si el sector empresarial fue engañado por el Gobierno. Lo que pasó es que otros colectivos como el de artesanos, el de la pequeña industria o la economía popular y solidaria se alinearon con el Gobierno. Se equivocaron porque los resultados del Consejo también les van a afectar a ellos.

- No en todo fueron engañados. El sector privado sí consensuó con el Gobierno que se subiera el Impuesto a la Renta para las empresas. Del 22 % al 23 %, aunque luego lo subieron al 25 %.

- Eso fue una equivocación que se hizo por tratar de dar algún beneficio tributario al Gobierno. Y ellos lo subieron al 25 % y el resto quedó exactamente igual. No se debió haber aceptado.