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El parto humanizado se socializo en El Triunfo

Gesto. Vallejo entregó a Rivadeneira una placa. Además un sombrero, una gorra elaborada con chanta de banano y un libro sobre la historia de El Triunfo.

Jornada. Gabriela Rivadeneira presidió el evento dirigido a las mujeres.

Cerca de 500 mujeres coparon el Centro de Convenciones del Maná, de El Triunfo, donde se socializó el proyecto de Ley de Parto Humanizado, una propuesta para permitir a las madres elegir la manera de alumbrar.

Al acto asistió la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, quien llegó acompañada de sus colegas Ariana de la Cruz, Verónica Guevara, Blanca Argüello y Octavio Villacreses. Los recibió la jefa política, Yolanda Vallejo.

Rivadeneira mostró una visión sobre la actual forma de parir. “Miles de mujeres han sido manipuladas para que accedan a una cesárea”, expresó.

El proyecto plantea que los médicos ofrezcan información para que la madre elija cómo tener a su hijo. Rivadeneira agregó que si se necesita una cesárea, se debe respetar el procedimiento y mantener el contacto de la madre con el hijo. El 40 % de partos en el país es inducido, enfatizó.

El proyecto de ley sugiere la adecuación de hospitales, para que la mujer tenga una experiencia satisfactoria de lo que es el parto, pues en Ecuador un 80 % se practica una cesárea.

La funcionaria precisó que la propuesta pretende que las madres cuenten con alternativas en el sistema de salud, para que puedan elegir la forma de dar a luz sin los riesgos de una cirugía antes, durante y después del parto.

Citó como ejemplo otras prácticas de parto, como vertical y en agua. Estos procesos, añadió, reconocen la opción del acompañamiento a la madre por parte de sus seres queridos y promueven el acercamiento inicial del hijo con su madre.

Rivadeneira aclaró que la violencia obstétrica no depende exclusivamente de la cesárea, pues muchas veces son necesarias y salvan vidas. Señaló que en ciertas ocasiones hay una visión mercantil en la proliferación de cesáreas, que son programadas e incluso más costosas que un parto normal.

También se propuso que se reconozcan los métodos ancestrales de alumbramiento.