
El Paris de 1834 revivio en las tablas guayaquilenas
Los protagonistas ensayaron la pronunciación del italiano con Dennis Giauque, preparador vocal de la Ópera Metropolitana de Nueva York, invitado por la Sinfónica.
Risas y lágrimas inundaron el Teatro Centro Cívico el jueves por la noche. Y es que, pese a que han pasado 148 años del estreno de ‘La bóheme’, la ópera de Giacomo Puccini es una que aún logra tocar los corazones contemporáneos.
El motivo es simple; la trágica historia de Rodolfo y Mimí refleja otras por el camino; la de numerosos jóvenes que, entre la alegría, la pobreza y el amor sobreviven para dedicarse a su arte.
¿Quién podría ser indiferente a este escritor y sus amigos escondiéndose del dueño de casa al no contar con el dinero del alquiler? ¿O a Marcelo, a quien la fría Musetta ama y abandona cada vez que le place?
Pero para el Puerto Principal, la monumental puesta en escena de esta obra, en la que participaron 200 músicos, fue un doble triunfo; un impecable montaje de una de las piezas líricas más populares del mundo, y un retorno triunfal de la ópera, que había eludido a la urbe durante más de siete décadas.
La velada empezó pasadas las 19:15 con el arribo del presidente de la República, Lenín Moreno, y su esposa. A estos los acompañaban ministros, y miembros de la comunidad artística de la ciudad.
Pasada esta hora, la batuta de Dante Anzolini, director de la Orquesta Sinfónica y mentalizador de la iniciativa, empezó a moverse desde el foso del teatro.
La escenografía fue lo primero en sorprender al público, con sus enormes armatostes de madera y vitrales por los que casi se podía tocar el frío París, en donde transcurre la historia.
Las hermosas voces de los protagonistas, interpretados en su mayoría por artistas nacionales, entre ellos Andrés Córdova, Ruth Díaz y Diego Zamora, llenaban la escena.
Uno de los aciertos de la obra fue conservar la pieza en su italiano íntegro, pero facilitar la compresión con subtítulos en una pantalla.
‘La bóheme’ duró dos horas con cuarenta y cinco minutos, durante las cuales se pusieron en escena cuatro actos, hasta concluir con el emotivo y trágico final de Mimí, y la dura epifanía de los hasta entonces eufóricos jóvenes; la muerte le llega a todos.
El cierre de la ópera fue recibido con aplausos y ovaciones. Un retorno, sin duda, triunfal.
Los boletos se agotaron en seis horas
Aunque la función del jueves fue privada y con invitación, la Sinfónica anunció un espectáculo hoy a las 19:00 para el público general. Los interesados debían acercarse a retirar las entradas en el Centro Cívico desde el pasado martes. Sin embargo, durante ese primer día, los boletos se agotaron en tan solo seis horas. El inusitado interés en la pieza sorprendió a la institución. La entidad indicó que se estudiarán nuevas fechas para llevar a cabo otras funciones.