Panorama politico

Esta semana ha sido de sorpresas electorales para América. Empezamos el domingo anterior con la elección de Ortega como presidente de Nicaragua, acompañado por su cónyuge como candidata a vicepresidente de la República, con un ausentismo de más del cuarenta por ciento y una votación en contra del veinticinco por ciento, perpetuándose en el poder con su esposa como sucesora, una idea propia de los orígenes de la humanidad, a mi criterio.

Luego de ello vino el triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, con un discurso de alto contenido nacionalista, al estilo de cualquier experto populista del mundo, apelando a la confrontación entre inmigrantes y no inmigrantes, formales e informales, temas que se volvieron parte de la agenda política del presidente electo de los norteamericanos.

Los procesos electorales realizados, nos dejan algunas conclusiones. En el caso de Nicaragua, esos votos reflejan la indiferencia de un pueblo ante una elección altamente cuestionada, en la cual no se observaba posibilidad de reacción contra un régimen dominante. En el de los estadounidenses, el voto muestra el pensamiento de sus ciudadanos en temas tan importantes como migración y política social.

El caso de Estados Unidos deja una lección relacionada al fracaso de las encuestadoras y el reflejo de las tendencias de voto. Ante ello caben dos opciones: la primera es que las encuestadoras se han convertido en parte de una maquinaria política que trabaja activamente, tratando de incidir en los criterios de opinión de los votantes. La segunda es que el voto escondido y vergonzante es una tendencia mundial. En él un grupo de electores no manifiesta abierta y claramente su preferencia.

Esto nos lleva a las siguientes reflexiones: que somos parte de una sociedad en la que no podemos ser indiferentes a los procesos electorales que existen, ya que ellos inciden directamente en nuestro futuro; y que cada uno tiene la responsabilidad de votar según su preferencia, independientemente de las tendencias que el “marketing” político nos presente.

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