Fue un descenso abrupto. Las cifras de bachilleres que cada año se postulan para obtener un cupo en las universidades y escuelas politécnicas públicas reflejan un bajón desde el segundo semestre de 2020, coincidiendo con el inicio de la pandemia de COVID-19.

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Así lo expone un reciente informe de la Secretaría Nacional de Educación Superior,, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), que sirvió de insumo al Consejo de Educación Superior (CES) para el análisis y aprobación de la fórmula de cálculo de los recursos estatales para esas instituciones en 2024.

De los 88.480 postulantes del primer semestre de 2020 (inscritos entre enero y febrero, antes del inicio de la pandemia), la cifra bajó a 42.851 en el segundo semestre, ya en plena cuarentena y con todas las clases y actividades pasadas a la virtualidad.

El ciclo del segundo semestre de cada año está dirigido a los bachilleres de la Sierra y suele tener un número inferior de inscritos que el del primer semestre, que está destinado a los colegiales de la Costa. No obstante, la cifra de inscritos en el segundo semestre de 2021 fue todavía menor: 37.871.

Los postulantes de la Costa también bajaron y de los 88.480 del 2020 pasaron a solo 55.629 en el primer semestre de 2021, según los datos de la Senescyt, que identifica a los jóvenes reci´´en graduados de bachilleres como 'población escolar'.

El consejero del CES, Fidel Márquez, lo atribuye a diversos factores derivados de la pandemia, como la fecha tardía en que los colegiales se graduaron en 2021 por la prolongada paralización de las clases; la imposibilidad económica o tecnológica de muchos jóvenes de escasos recursos de seguir estudiando; el temor a contagios, las pérdidas familiares, entre otros.

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Márquez también recuerda que la educación media reportó una alta deserción o abandono escolar de decenas de miles de alumnos, lo cual al final también se reflejó en la cifra de aspirantes a la universidad.

Las cifras también muestran un aumento de casi 30.000 cupos entre el segundo semestre de 2019 y el de 2022. Pese a ello, la brecha entre la oferta y la demanda no ha logrado cerrarse y, por el contrario, el informe resalta que, solo en el segundo semestre de 2022, hubo 66.221 jóvenes que se postularon y no pudieron ingresar.

Esa alta demanda está compuesta sobre todo por los rezagados de años anteriores, que tras graduarse del colegio no obtuvieron un cupo y volvieron a intentarlo en procesos posteriores. A este mayoritario segmento la Senescyt los identifica en el gráfico como 'población no escolar'. 

Como ha informado este Diario, entre las diez cosas que los aspirantes deben saber sobre el proceso de ingreso a la universidad en 2024, este año todas estas instituciones públicas manejan sus propios procesos de asignación de cupos, incluyendo la toma de exámenes para el ingreso a sus carreras. 

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FE  DE ERRATAS: En una versión anterior escribimos por error Egas en lugar del apellido de Fidel Márquez, el consejero del CES consultado en esta nota.