
Paisaje despues del desastre
Un cambio de imagen. Las imágenes del efecto del terremoto en Manabí han quedado en la memoria de su pueblo. Y un año después, donde prósperos negocios impulsaban el comercio y el turismo de una provincia no queda nada más que tierra y recuerdos.
Una vía que recuperó su tráfico
Las enormes grietas de hasta cinco metros de profundidad, que abrió el terremoto en el sector del puente Mejía, en la carretera Portoviejo- Crucita, ya no existen. Un año después, la estructura de hormigón y la carpeta asfáltica lucen renovadas. Como testimonio de lo que ocurrió allí están las imágenes que dieron la vuelta al mundo, de una arteria vial destrozada y, en el fondo, un vehículo, cuyos propietarios salieron ilesos.
Manta
El centro comercial donde murieron 91 personas
En el lugar donde hasta el 16 de abril de 2016 estaba el centro comercial Felipe Navarrete, en la parroquia Tarqui de Manta, hoy solo queda un pequeño montículo de tierra. Su propietario, Felipe Navarrete, aún no ha decidido qué construirá en aquel solar donde un día estuvieron sus dos grandes fuentes de financiamiento: el centro comercial y el hotel, en cuyos escombros quedaron sepultadas 123 personas el día del terremoto: 91 murieron y 31 lograron ser rescatadas con vida.
Canoa
Solo tierra y maleza frente al mar de la paradisiaca Canoa
En la paradisiaca población manabita de Canoa, donde por años se levantaron cómodas y espaciosas edificaciones de dos y tres pisos dedicadas a las actividades turísticas, por estar frente al mar, hoy no quedan más que grandes solares vacíos, en donde no hay muestras de que se quiera iniciar una construcción nueva. El terremoto dejó el 60 por ciento de las edificaciones destruidas y un sector turístico golpeado que hoy trata de recuperarse con estructuras rústicas.
Bahía
La reparación de la fachada del museo aún no termina
El edificio del museo de Bahía de Caráquez resistió al terremoto. Aunque su fachada sufrió daños, su estructura se mantuvo intacta, según los informes técnicos. Las obras de reparación de las fisuras aún no termina. Desde lejos, aún se pueden ver las huellas que dejó el terremoto que, en Bahía de Caráquez, afectó al menos el 50 por ciento de sus edificaciones. Las obras del sector privado avanzan lentamente ante la falta de recursos económicos.
Portoviejo
La pérdida de los edificios más altos de la zona comercial
Así luce hoy el sector central de Portoviejo, la capital manabita, donde antes hubo edificios altos como el llamado Mutualista Pichincha. Esa y otras dos grandes edificaciones fueron implosionadas en agosto del 2016, con lo que se cambió rostro del casco comercial. En total, según el Municipio, el terremoto afectó a 800 edificaciones. De ellas, casi la mitad entró a demolición por los graves daños que sufrieron sus estructuras, que imposibilitan la reconstrucción.