Preocupación. Madres de familia conversan fuera de una escuela.

Padres de familia preocupados por el inicio de clases

La subsecretaria de Educación, Valentina Rivadeneira, en Teleamazonas precisó que 80 establecimientos en Esmeraldas y Manabí resultaron con daños severos, 78 fueron medianamente afectados y 400 tienen perjuicios leves.

Desde el lunes, los niños y jóvenes de la región Costa volverán a la aulas, incluidos quienes viven en las zonas afectadas por el terremoto. En Manta, no todos los padres de familia están de acuerdo. Algunos critican que no existe la infraestructura necesaria. Los niños y jóvenes, advierten, no están preparados. Y tampoco tienen dinero para enviarlos a las escuelas.

“No hay ni trabajo, ¿de dónde vamos a sacar la plata para los pasajes?”, se lamentó José David Murillo. Él cree que no está bien que se reinicien las clases porque los chicos no están preparados. “El golpe psicológico que han sufrido aún los tiene nerviosos”, comentó a EXPRESO.

Según el Ministerio de Educación, en las zonas afectadas habrá, desde el lunes, jornadas socioemocionales y actividades recreativas. Esa fase durará entre dos y cuatro semanas.

Pero no es la única observación de los padres. Ayer, Bertha Franco llegó con su hijo hasta el colegio Pedro Balda. Allí, 32 de las 50 aulas se encuentran en mal estado. Lo confirmó Sonia Mieles Abril, profesora de Biología. “Nos dijeron que nos trasladarán a la escuela San Agustín”, indicó.

Esto preocupa a Franco. Ella tiene dos hijos: uno en noveno de educación general básica y el otro en bachillerato. Tendrán que recibir clases en la tarde. “No creo que estemos preparados para el inicio de las clases”, reclamó.

El colegio Pedro Balda, al igual que el Pacífico, en el sector de la Ursa, está en el listado que maneja el ministerio con las instituciones educativas que han sufrido daños de gravedad en su infraestructura.

La subsecretaria de Educación, Valentina Rivadeneira, en Teleamazonas precisó que 80 establecimientos en Esmeraldas y Manabí resultaron con daños severos, 78 fueron medianamente afectados y 400 tienen perjuicios leves.

En el centro de Manta, Martha Zambrano comparte los temores de otros padres. Tiene una niña de 12 años que irá a clases en la tarde. “Hay sectores que aún no tienen luz y me da miedo que a mi niña le pase algo”, dijo. Sonia Quijije, en cambio, está en un albergue. “Los pequeños están durmiendo debajo de unos plásticos, sobre colchones. No hay ni mesas para que, en su momento, hagan sus deberes. Es un error que esperemos cambien”, señaló. RRG