
Sus padres abusaron de su inocencia
El fiscal de turno dispuso que se realicen las diligencias investigativas, por lo que agentes de la PJ avanzaron hasta la cooperativa Guayas y Quil, en el Guasmo sur, donde lograron detener al sexagenario. El hombre fue presentado ante un juez, quien o
‘Lucy’ y ‘Rachel’ viven en zonas marginales distantes. La primera en Guayaquil y la segunda en Daule. Pero a la distancia, ambas comparten un mismo dolor que decidieron revelarlo: haber sido violadas por su padre biológico.
A sus 15 años, ‘Lucy’ rompió -ayer- el miedo y contó a su madre lo que su progenitor, de 62 años, le hacía desde tiempo atrás. Y que, producto del presunto abuso sexual, estaría esperando un hijo-nieto de él.
Según el teniente Diego Puma, de la Unidad de Flagrancia de la Policía Judicial de la Zona 8, el caso fue conocido en la madrugada, tras la denuncia que presentó la madre de la adolescente. “La señora manifiesta en la denuncia que esta situación viene ocurriendo desde hace varias años, pero ellos no se habían percatado. La niña venció el miedo y pudo denunciar, más que todo porque se presume que esté embarazada”.
El fiscal de turno dispuso que se realicen las diligencias investigativas, por lo que agentes de la PJ avanzaron hasta la cooperativa Guayas y Quil, en el Guasmo sur, donde lograron detener al sexagenario. El hombre fue presentado ante un juez, quien ordenó la prisión.
Horas antes, otra madre de 27 años llegó hasta las dependencias de la Fiscalía de Daule, para denunciar a su exesposo. Según expuso ante el fiscal Darwin Muñoz, su hija de 12 años habría sido violada por su padre, desde hace 12 meses, en un recinto del cantón Nobol de la provincia del Guayas. El examen médico legal confirmó el ultraje.
La niña no les había contado de los abusos a sus familiares, porque -según expuso- estaba amenazada de muerte.
Fue durante la visita a una tía, en Guayaquil, que descubrieron el hecho. Al verla tensa y llorando, el familiar le pregunto qué le sucedía. Pensaba que no quería ir a un colegio de Nobol, donde iniciaría clases el martes.
No obstante, entre sollozos y abrazando fuerte a sus peluches, le contó a su tía que, cuando su padre la citaba al domicilio donde residía con su segunda conviviente, abusaba de ella.
‘Rachel’ acudía donde su progenitor porque este siempre la llamaba, para supuestamente darle dinero para los estudios y la alimentación.
La madre mencionó que su expareja de 51 años tiene una boleta de captura por manutención, girada hace cuatro años.
El teniente Puma sostiene que es muy frecuente en los casos de violación que el agresor sea del núcleo cercano a la víctima. También que exista poca comunicación con los hijos, o queden solos o con terceros en sus hogares. PVC / ERS