Sorpresa. Luis Caicedo (c) reacciona intrigado luego de ver cómo le sacaron la tarjeta roja a su hijo el Luis ‘Cunti’ Caicedo ante Bolivia, que lo hará perderse la próxima fecha.

El padre del ‘Cunti’, del susto al gozo

El papá de Luis ‘Cunti’ Caicedo estuvo nervioso durante el juego en el que Ecuador empató 2-2 ante Bolivia, ayer en el estadio Hernando Siles de La Paz.

Vamos, mijo... vamos, mijo” gritaba Luis Caicedo cada vez que los jugadores de la selección ecuatoriana tenían la pelota. El papá de Luis ‘Cunti’ Caicedo estuvo nervioso durante el juego en el que Ecuador empató 2-2 ante Bolivia, ayer en el estadio Hernando Siles de La Paz.

Caicedo padre, que vestía una camiseta de la Tricolor con el número 4 que le regaló su hijo, intentaba corregir cuando algún jugador del combinado nacional perdía la posesión del balón. Sudaba más de la cuenta. “Marqueeen...”, gritaba.

Cuando Pablo Escobar anotó el primer gol boliviano, se cubrió la cara. Después llegó el 2-0 para Bolivia y el papá del zaguero miró el piso y se mordió los labios. Sentía rabia porque no esperaba que Bolivia anote dos goles en la primera parte.

El árbitro pitó la finalización del primer tiempo y Luis Caicedo corrió a la cocina para tomar un vaso de agua y calmar los nervios. Volvió a su silla plástica para ver en acción a su hijo.

Enner Valencia anotó el descuento al iniciar la segunda etapa y Caicedo papá saltaba, gritaba y hacía puños. “Eso es, vamos muchachos, tenemos que empatar y luego ganar” decía, mientras se sacaba los lentes. Sus vecinos lo acompañaban en la sala de su casa, en la calle 18 entre la K y la L, suburbio de Guayaquil, donde ‘Cunti’ hizo travesuras de niño.

Cuando el ‘Cunti’ fue expulsado al minuto 78, su padre se quedó helado mirando fijamente el televisor. “¿Qué pasó?” se preguntó y se lamentó porque su hijo no estará ante Uruguay.

Carmen Medina no pudo ver en la cancha a su hijo. Ella tenía cita en Solca a las 14:00 y allá no le permitieron ver la TV. “Mi hijo le escribió a la mamá cuando íbamos saliendo al hospital y le dijo que ya se dirigía al estadio. Ella estaba apenada porque no podía cambiar la cita médica, pero así es la vida” comentó el papa del ‘Cunti’, quien dejó en el centro médico a su esposa acompañada de su hija Katherine y voló al suburbio para ver por la televisión a su hijo, acompañado de su hijo Ervin, sus nietos y vecinos.

El gol del empate hizo saltar como liebre a don Caicedo. “Sigan quemando tiempo” decía y hacia puños. Su rostro cambió y los lamentos cambiaron por risas y bromas con sus vecinos.