Intereses. Jürgen Mossack unió su firma a la de Fonseca en 1986.

Lo mas oscuro de Mossack

Durante décadas ha guardado celosamente los secretos monetarios de cientos de millonarios en la sede principal de su compañía que, lejos de alojarse en algún opulento rascacielo, se encuentra en un edificio modesto y anodino del centro bancario de Ciudad de Panamá.

Jürgen Mossack, el rostro menos visible del escándalo por los Papeles de Panamá, la filtración a la base de datos del bufete de abogados, también ha buscado ocultar otro secreto: el pasado nazi de su padre.

Erhard Guenther Mossack formó parte de las SS nazis durante la II Guerra Mundial. Hacia el final de la contienda, en marzo de 1945, fue capturado por fuerzas estadounidenses y terminó espiando para la CIA, según revelan algunos archivos. En 1960, finalmente, se estableció en Panamá junto a su familia, incluyendo a Jürgen, quien ya tenía 12 años.

Antes de cumplir los 30, Jürgen era ya el orgullo de papá y un selecto miembro de la oligarquía panameña. Pero en su ostentosa y resguardada mansión en los Altos del Golf, una urbanización de hombres de poder, la misma donde residía el dictador Manuel Antonio Noriega, no se recuerda haber visto fotos del nazi. Y cuando Jürgen hablaba de él no se refería a su pasado como SS ni como agente secreto. “Nosotros pensábamos que era ingeniero”, dijo a diario El Mundo una fuente periodística panameña que pidió no ser citada.

Cuando cayó en manos de las tropas estadounidenses en Baviera, Erhard no lo hizo con las manos vacías; contaba con una lista de nombres de miembros de las unidades de los ‘Werwolf’ (hombres lobo). Esta fuerza irregular fue creada en 1944 por el general nazi Heinrich Himmler, para menguar el avance de los aliados con estrategias de guerrilla y actos de sabotaje en las zonas que iban ocupando. Varias matanzas de civiles son atribuidas a estas unidades, que llegaron a contar con hasta 5.000 hombres reclutados en las juventudes hitlerianas y las SS. Posiblemente Erhard fue un hombre lobo, que se batió en retirada con la información privilegiada y que, según los datos que se han ido recabando sobre él, le permitió acortar su cautiverio para terminar en Panamá.

Allí su hijo estudió Derecho en la exclusiva Universidad Católica Santa María La Antigua. Poco después de graduarse, en 1973, a los 25 años, puso rumbo a Londres, donde amplió su visión de las finanzas globales y multiplicó sus contactos. En la Law Society of England (Consejo de Colegios de Abogados de Inglaterra) alternó con los letrados más selectos y también con los lobos que forjarían la actual reputación de la City. Al volver a Panamá, en 1977, fundó Jürgen Mossack Lawfirm.

Apuntaba al derecho corporativo, banca, inversiones extranjeras, fideicomisos, gestión de inversiones... En 1986 fusionó su empresa con la de Ramón Fonseca, su fiel compañero de batallas. Es el quinto bufete más grande del mundo en creación de compañías offshore. Fonseca es quien ha dado la cara; Mossack, como su padre, se ha batido en retirada.