Oscuridad. Así lucía anoche la entrada del cerro Santa Ana. Las primeras luminarias estaban apagadas.

La oscuridad recibe a los turistas en el cerro Santa Ana

Alerta. La CNEL exhortó a los ciudadanos a que reporten a personas que manipulen las redes aéreas o las cajas subterráneas de registro del servicio eléctrico.

Son las 18:00 y Galo Rojas se asoma por la puerta del Santana Hill. El banco de madera sobre el que espera a los clientes del bar traquetea y él se lamenta. “Otra vez no encendieron”, dice con la mirada clavada en las tres primeras luminarias de las escalinatas del cerro Santa Ana.

Es miércoles y la oscuridad en los 37 peldaños iniciales ha recibido a quienes visitan una de las zonas más turísticas de Guayaquil desde el domingo pasado, chasquea Galo.

Este problema se suma a los apagones que han eclipsado la diversión de los fines de semanas decembrinos en el cerro. Galo cuenta tres: el más largo, de seis horas. Fue el viernes 14 de diciembre, desde las 20:00 hasta las 02:00. “En plena farra”, apunta.

Se rasca la cabeza, entrecierra los ojos y calcula, al igual que otros dueños y administradores de bares desperdigados en las escalinatas, que por hora sin energía eléctrica ellos pierden 200 dólares.

Henry Loor, tras la barra del café bar Sabú, valora en 1.000 dólares las cervezas, cocteles y piqueos que no vendieron la noche del 14.

Sus más fieles clientes aguardaron por 45 minutos en las sombras disipadas por un par de velas. Unos trataron de animar la noche con la música de sus celulares, con la esperanza de que la energía les devolviera la fiesta. Pero la algarabía duró lo mismo que el frío en las cervezas.

Lo que le preocupa es que los cortes se han dado durante viernes y sábados, los dos días de mayor afluencia de gente en la zona. Teme que esta situación se vuelva a repetir el próximo fin de semana, el último del año. “Imagínese despedir 2018 así”, reniega.

Cientos de escalones más arriba, en el 282, Vicente Alcántara vocea las promociones del bar La Barcaza. Necesita atraer a más personas porque según él, por la oscuridad que reina en las primeras escalinatas, algunos visitantes se resisten a subir.

Galo los mira alejarse y también ruega que no vuelva a pasar. “Dicen que ha sido alguien con una conexión clandestina, que por eso hubo un cortocircuito”, dice sobre las causas de la irregularidad en el flujo eléctrico, que fueron corroboradas por la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL).

Con la misma resignación que sus colegas, Alicia Vallejo lamenta que de los 200 platos de comida que prepara para vender en una noche en su restaurante Brisas del Río, solo elabora 100 desde el primer corte.

En su caso tiene más que perder, apunta, porque el trago no se daña, pero las carnes, menestra y arroz que ella comercializa sí. Prefiere no arriesgar y disminuir sus ganancias a perder todo su producto.

“Y eso que nosotros pensábamos aumentar la venta en diciembre, por los feriados”, pero los cortes también apagaron su optimismo.

“Eso deben arreglarlo hoy mismo”

EXPRESO se comunicó con Eduardo Piedra, jefe de Obras Eléctricas del Municipio de Guayaquil, quien tiene competencia sobre las luminarias de las escalinatas, y explicó que estas están a cargo de un contratista y no conocía sobre la irregularidad.

“No me han informado todavía (ayer al mediodía), pero nos comunicaremos con el contratista para ver lo que ha pasado. Eso tienen que arreglarlo hoy mismo”, dijo. El funcionario anunció que anoche trabajarían en el lugar y solucionarían el inconveniente.