Protesta. Una activista de la oposición durante la marcha del jueves.

La oposicion prepara su nueva estrategia

La oposición venezolana comenzó ayer a reorganizarse, vigorizada por la multitudinaria marcha del jueves, pero ahora enfrenta el enorme desafío de lograr que su capacidad de movilización obligue a las autoridades a aceptar un referendo revocatorio cont

La oposición venezolana comenzó ayer a reorganizarse, vigorizada por la multitudinaria marcha del jueves, pero ahora enfrenta el enorme desafío de lograr que su capacidad de movilización obligue a las autoridades a aceptar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro este año.

¿Y ahora qué?, se preguntan muchos tras una jornada en la que multitudes exigieron el referendo. La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció una “nueva etapa de lucha definitiva” y convocó a protestas el 7 y 14 de septiembre, aunque el poder electoral ha advertido que no se dejará presionar.

El balance de uno y otro bando son extremos. Torrealba reiteró que la MUD reunió 1,1 millones de manifestantes, pero la canciller Delcy Rodríguez aseguró que fueron unos 30.000.

Para el analista Luis Vicente León, es normal que el Gobierno “minimice” la marcha, y más bien destacó el desafío que tiene la MUD. “Una vez en la calle, la estrategia ganadora de la oposición es quedarse ahí: mostrar que es mayoría y recordar qué es lo que quiere esa mayoría y que no se quedará tranquila hasta conseguirlo”.

En la otra orilla, el Gobierno aseguró ayer que con acciones preventivas evitó una “masacre” y desarticuló el “golpe de Estado” que, según él, planeaba la oposición en la masiva manifestación del jueves que exigía un referendo revocatorio contra el presidente Maduro.

“La acción preventiva del Gobierno nacional desmanteló una masacre, era la reedición del plan del año 2002”, cuando el entonces presidente Hugo Chávez (1999-2013) fue derrocado brevemente después de una gran marcha opositora, denunció Rodríguez, en una reunión con el cuerpo diplomático para compartirle esa denuncia.

La oposición venezolana denunció un aumento de la “persecución política” contra sus miembros en los últimos días y denunció ayer la detención del alcalde Delson Guarate, del municipio Mario Briceño Iragorry, en el estado de Aragua.

“Calificar de golpe de Estado (el hecho de) promover el revocatorio, simplemente, quiere decir que el Gobierno no está en sus cabales. Es un problema de psiquiatría”, consideró el presidente del Parlamento, Henry Rammos Allup.

El líder de la oposición, Henrique Capriles, se refirió a la reunión diplomática en su cuenta en Twitter y pidió disculpas a los embajadores por tener que “soportar la tragicomedia gubernamental”.