Clamor. Pintadas en una pared en Caracas a favor de la salida del presidente Maduro, que quiere ocho de cada 10 venezolanos, según Datanálisis.

Oposicion llama a protestas por la fecha del revocatorio

La ley estipula que, para que haya nuevas elecciones, el referendo debe realizarse antes del inicio del cuarto año de mandato, que Maduro cumplirá el 10 de enero de 2017

La oposición venezolana buscaba ayer rearmar su estrategia de presión contra el presidente Nicolás Maduro, tras el anuncio del poder electoral que sepulta su intención de sacarlo del poder este año mediante un referendo revocatorio.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunciará en las próximas horas acciones legales y de protesta para insistir en el revocatorio, pese a que el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusa de servir al Gobierno, anunció la noche del miércoles que la consulta se efectuaría “a mediados del primer trimestre de 2017”.

Esa fecha imposibilita un cambio de gobierno. La ley estipula que, para que haya nuevas elecciones, el referendo debe realizarse antes del inicio del cuarto año de mandato, que Maduro cumplirá el 10 de enero de 2017. Si se realiza después y Maduro pierde, el mandato lo concluirá su vicepresidente, Aristóbulo Istúriz.

“Violan el derecho de los venezolanos a salir del presidente mediante la vía constitucional del referendo. Lo que viene es una protesta masiva, pacífica, contundente, enérgica”, dijo ayer el vocero de la MUD, Jesús Torrealba, quien agregó que también definirán un “camino legal” para lograr un cambio de Gobierno.

La oposición considera que el referendo es una “válvula de escape” al enorme malestar popular por la crisis económica, con una agobiante escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que el FMI calcula en un 720 % para este año.

Ayer en la tarde, Maduro aún no reaccionaba al anuncio del CNE. Pero miembros del oficialismo ponen en duda que el revocatorio se realice, incluso en 2017, alegando que la oposición cometió fraude en la primera recolección de firmas.

“Es imposible que se realice un referendo revocatorio en 2016 y, por el hecho de que se hayan perpetrado tan grandes hechos delictuales, es imposible que se celebre en el 2017”, dijo Jorge Rodríguez, dirigente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Dificultando aún más el proceso, el CNE estableció que la recolección de cuatro millones de firmas (20 % del padrón electoral) necesarias para llamar a la consulta, será del 26 al 28 de octubre, bajo condiciones que la MUD considera “inconstitucionales”.

El CNE decidió que el 20 % corresponda al registro electoral de cada estado, y no a nivel nacional, lo que pone las cosas cuesta arriba para la MUD pues con un solo estado que no logre el mínimo de firmas, el proceso quedará invalidado.

“La indignación es un tremendo combustible político. Lo del 20 % (...) no es que es absurdo, sino que la Constitución dice claramente que es nacional”, afirmó la analista Colette Capriles.

Además, el CNE aprobó 5.392 máquinas de registro de firmas y huellas para esa etapa en función de cuatro millones de personas, mientras la MUD pedía 19.500 para los 19 millones de electores venezolanos, esperando un masivo apoyo, que incluso sobrepase los 7,5 millones de votos requeridos para revocar a Maduro.

“El CNE aprobó las peores condiciones posibles para el 20 %. El sesgo político de la decisión es innegable”, consideró el experto en asuntos electorales Eugenio Martínez.

Ante el anuncio del CNE, los analistas advirtieron de varios riesgos. “El peligro más grave es que la oposición se fracture frente a la decisión de qué hacer”, pero también “puede haber un problema para Maduro porque puede desatar los monstruos internos dentro del chavismo y dividir el sector militar”, consideró Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis.

Francine Jácome, directora del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos, coincidió en que “el Gobierno busca dividir a la MUD y “generar focos de violencia” que llevarían a “mayor represión y paralización del proceso revocatorio”.