Oficinas fantasmas desde hace tres anos
Partidos ignoran los espacios asignados por el CNE. A fin de año se definirá su futuro.
Espacios que nunca llegaron a estrenarse. A finales de este año se definirá qué futuro tendrán las oficinas que habilitó hace tres años el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el antiguo Comisariato de las Fuerzas Armadas de Quito, para las organizaciones políticas con alcance nacional, que nunca fueron usadas.
El sueño del entonces presidente del organismo electoral, Juan Pablo Pozo, de que ese sitio se convirtiese en el epicentro de la actividad política duró apenas un día: el de la inauguración, el 17 de octubre de 2016, cuando algunos representantes de partidos y movimientos acudieron a la invitación del CNE.
El objetivo era hacer de esas oficinas un espacio para establecer una relación más cercana con el organismo electoral. “Este será un lugar de interrelación directa con el CNE”, dijo Pozo, un día antes de convocar a elecciones de presidente, vicepresidente y asambleístas.
Para entonces, en los partidos políticos ya se habían instalado las dudas sobre la imparcialidad del Consejo Electoral de la época por la cercanía mostrada con el movimiento oficialista Alianza PAIS (AP).
Las beneficiadas de esas oficinas que en su mayor parte tienen estructura de cristal cuentan con dos escritorios, conexión telefónica y de internet, fueron las 16 organizaciones de carácter nacional (ahora ya son 22) que estaban habilitadas para presentar candidatos.
Para el dirigente de Unidad Popular (UP), Geovanni Atarihuana, la entrega de estos espacios fue un acto “demagógico” del CNE de la época porque no cumplía la oferta de acercar a las organizaciones políticas con el ente rector de las elecciones.
“Esas oficinas están a no menos de 10 kilómetros de donde se ubica el CNE real, en donde se toman las decisiones. Es más, si queremos hablar con ellos todavía tenemos que pedir cita. Eso no ha cambiado desde entonces”, dijo.
La justificación que se dio para habilitar estas oficinas fue que se trató de un pedido de las organizaciones políticas y que ahí, en el que se denominó el Centro de Mando, funcionarían direcciones como la de Fiscalización y Control de Gasto Electoral y Promoción Electoral. En la inauguración no se dio a conocer cuánto costó su implementación y tampoco se sabe cuánto cuesta el mantenimiento de las oficinas vacías.
La actual asambleísta de la Izquierda Democrática (ID), Wilma Andrade, recuerda que a su organización política le llegó la invitación para la inauguración, pero ellos no participaron del proyecto. “Si nos preguntaban habríamos dado nuestro criterio. Tenemos una sede y tener esa oficina era inútil. Hubo un error en creer que las organizaciones políticas iban a usar esos espacios regularmente. No creo que hubo mala intención, pero no funcionó”, dijo Andrade a EXPRESO.
Ahora, las autoridades electorales analizan el futuro que darán a esas instalaciones. La presidenta del CNE, Diana Atamaint, dijo que efectivamente el uso que se ha dado a las oficinas ha sido mínimo.
En diciembre el CNE revisará y, muy probablemente, renovará el comodato para el uso de las instalaciones del antiguo supermercado de las Fuerzas Armadas. Según la funcionaria, una vez que se definan los términos de este convenio se hará un análisis sobre mantener o no esta “facilidad” que se ha dado a las organizaciones políticas.