La oficina de correos del Ecuador sin servicios

Cuando se mide la eficacia de un Estado en cuanto a la calidad de sus servicios de correos, como siempre se hizo, se puede pensar con Shakespeare que algo hay podrido en el Estado de Ecuador. Ninguna de mis cartas que he enviado desde hace un año a Alemania han llegado al destinatario. Dos paquetitos enviados desde allá para las Navidades 2017 y 2018 nunca he recibido. Además, desde hace muchos años soy suscriptor de la revista The New Yorker, que es enviada desde los EE.UU. semanalmente, envíos confirmados por el distribuidor. Lamentablemente ya no me son entregadas por la Oficina de Correos de Ecuador como antes. Luego de varios reclamos míos aparecieron sorpresivamente en Quito en enero 2019 dos encomiendas del correo de los meses de octubre y noviembre 2018. Para recibirlas tuve que pagar $ 3,50 para cada uno, a pesar de que los franqueos del correo extranjero fueron cancelados por el remitente. Además, tuve que esperar otro mes más para recibirlas. Yo sé que de estas irregularidades sufren muchas personas como yo. Todos nos alegraríamos si periodistas de investigación logren conocer qué es lo que está pasando con la Oficina de Correos de Ecuador y cómo se puede solucionar esta situación insoportable.

Klaus Goldinger