Obama pide más libertad a Cuba

Obama pide mas libertad a Cuba

Barack Obama y Raúl Castro celebraron ayer “un nuevo día” en la relación de Estados Unidos y Cuba, y se comprometieron a limar las diferencias que por más de 50 años enfrentaron a sus países.

En una histórica rueda de prensa conjunta, que tuvo momentos de tensión, el mandatario cubano declaró que debemos “aceptar y respetar las diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación”.

Obama saludó “el nuevo día” de las relaciones y prometió que “el destino de Cuba no será decidido por Estados Unidos ni ninguna otra nación”.

Pero advirtió que EE. UU. seguirá presionando en favor de la democracia en Cuba y del respeto de derechos como la libertad de expresión, de asamblea y de culto religioso.

Obama y Castro se reunieron durante más de dos horas en el emblemático Palacio de la Revolución, en un encuentro en el que abordaron los temas sensibles para sus dos países, entre estos el embargo de Estados Unidos y los derechos humanos en la isla comunista.

Obama, de 54 años, viajó a Cuba junto con su esposa, Michelle, y sus hijas, Sasha y Malia, para una visita de tres días, la primera de un mandatario estadounidense en 88 años.

La rueda de prensa subió de tono cuando un periodista interrogó a Castro sobre la detención de opositores. “Dame la lista... menciónala ahora”, para soltarlos, le respondió Castro, visiblemente agitado.

Más adelante, volvió sobre el asunto ante una nueva pregunta y afirmó: “No es correcto preguntarnos por presos políticos. Díganme el nombre del preso político y ya”.

El líder cubano de 84 años fue interrogado al día siguiente de la detención por unas horas de decenas de opositores que protestaban contra el régimen comunista horas antes de la llegada de Obama a la isla.

Obama también aseguró que el embargo de EE. UU. a Cuba, vigente desde 1962 y que solo puede eliminar el Congreso de mayoría republicana, “va a terminar, lo que no sabemos es cuándo”. “Tenemos que aprovechar lo que hemos hecho. También tenemos que hablar sobre derechos humanos, puesto que hay inquietud dentro de Cuba”, expresó. Pero aclaró que ese asunto no impedirá el avance de los nexos. “Tengan presente que tengo muchísimos desacuerdos con los chinos con respecto a los derechos humanos”, comentó.

Obama tiene previsto reunirse con un grupo de opositores hoy en la sede de la embajada estadounidense.

Esta fue la tercera reunión de ambos mandatarios desde que decidieron normalizar la relación entre sus dos países en diciembre de 2014.

En su página de Facebook, Obama aseguró que fue a La Habana “a tender mi mano amistosa al pueblo cubano”.

“Estoy aquí para enterrar el último vestigio de la Guerra Fría en América y para construir una nueva era de entendimiento que ayude a mejorar la vida de los cubanos”, añadió.

“Tenemos todavía diferencias significativas sobre derechos humanos y libertades individuales en Cuba. Creemos que ahora podemos potenciar nuestra capacidad para promover más cambios”, dijo Obama al canal ABC en La Habana.

Gestos llenos de simbolismo

¿Barack Obama y su irreductible sonrisa vencieron? El gesto del recio Raúl Castro levantándole el brazo al cierre de la rueda de prensa, como en un final de boxeo, podrá leerse como símbolo de una nueva diplomacia.

Pero el gesto que tuvo el gobierno de Castro con Obama a su llegada a La Habana distó mucho del de ayer. A su descenso del avión presidencial el domingo, Obama fue recibido por el canciller Bruno Rodríguez. Raúl no apareció.

Nada inusual si no fuera porque el mandatario de Cuba ha recibido en ese mismo aeropuerto al papa Francisco, el discreto mediador del restablecimiento de relaciones entre Cuba y EE. UU., o en su momento al fallecido Hugo Chávez o al propio Evo Morales, presidente de Bolivia.

Paul Webster, exembajador británico en Cuba, consideró que las primeras señales evidenciaron que Castro “no sería intimidado por la llegada de un presidente de Estados Unidos”.