
Obama en Hiroshima
Las opiniones. Hasta ahora se discute si fue necesario utilizar este tipo de armas, cuando ya la guerra había terminado en Europa y Japón estaba cerca de rendirse.
Con motivo de la reunión del Grupo de los 7, el de los países más poderosos del mundo, para discutir la situación de las finanzas internacionales, le correspondió a Japón ser el anfitrión esta vez. Obama, a quien le quedan pocos meses para terminar sus dos periodos presidenciales, quiso romper esquemas y decidió visitar la ciudad de Hiroshima, no para disculpar a su país por la destrucción de esta ciudad en la Segunda Guerra Mundial, sino para ofrecer que se evitaría en el futuro usar este tipo de armas, olvidándose que son más de seis los Estados que ya poseen armamento nuclear como para destruir el planeta Tierra y pese a ello han fracasado todas las promesas de reducir su posesión.
El primer ensayo del poder atómico. Recordemos que Hiroshima fue el objetivo del primer bombardeo atómico. El 6 de agosto de 1945, el B-29 Enola Gay, perteneciente al escuadrón de Bombardeo 393d comandado por el coronel Paul Tibbets en un viaje de seis horas de vuelo y reunido desde Iwo Jima con bombarderos auxiliares, tomó rumbo hacia Japón.
Cerca de las ocho de la mañana el radar japonés detectó a los B-29, por lo que las estaciones de radio emitieron las advertencias para que los habitantes se refugiaran. Sin embargo, muchos las ignoraron. La bomba Little Boy fue arrojada a las 08:15 de Hiroshima y alcanzó en 55 segundos la altura determinada para su explosión, aproximadamente 600 metros sobre la ciudad.
Se estima que la detonación creó una explosión equivalente a 13 kilotones de TNT. La temperatura se elevó a más de un millón de grados, lo que incendió el aire circundante, creando una bola de fuego. Días después se lanzó otra bomba similar en Nagasaki. Todo esto ocasionó la muerte de más de doscientas mil personas, lo que obligó a Japón a rendirse.
Las opiniones. Hasta ahora se discute si fue necesario utilizar este tipo de armas, cuando ya la guerra había terminado en Europa y Japón estaba cerca de rendirse. Sin embargo, muchos americanos sostienen que de esa forma se evitó una mayor cantidad de muertos en los combates que hubieran continuado.
En todo caso, por los efectos producidos por la destrucción, la muerte indiscriminada de elementos civiles de toda edad y la contaminación que continuó haciendo efectos por algunos años, creemos nosotros que no se puede justificar este ensayo que fue para Estados Unidos la forma de probar su poderío atómico.
Ningún resultado. Los resultados no han producido mayor efecto en la humanidad. Primero, la Unión Soviética, de aquella época, logró obtener su bomba y luego han seguido los países que conforman hoy el club atómico. Por suerte no se ha vuelto a usar el poderío nuclear. Para nuestro criterio, los mandatarios que tienen el poder de utilizarlo, deben de haber reflexionado que ellos también van a ser víctimas de su uso, porque como lo hemos expresado ya varias veces, el arsenal nuclear es más que suficiente para hacer desaparecer a la humanidad entera. Ya ha habido intentos de suscribir tratados para proscribir este tipo de armamento, pero en la práctica han quedado en nada.
El último esfuerzo que se hizo fue evitar el uso de la energía nuclear en Irán, ofreciendo para ello levantar las sanciones económicas impuestas a este país. Recordemos que Irán no se cansaba de anunciar que con la bomba atómica se comprometía a acabar con Israel.
En definitiva, la presencia de Obama en Hiroshima no tuvo ninguna trascendencia, más que la publicidad de la misma y las condolencias que alcanzó a dar a los pocos sobrevivientes del lanzamiento de la bomba en aquella ciudad.