La madrugada de ayer, alrededor de las 04:30, un estruendo despertó a los zarumeños que habitan alrededor del socavón que tuvo lugar el 19 de febrero. El agujero había crecido, poniendo en riesgo locales comerciales y varias viviendas.

El socavón, que inicialmente había afectado a la escuela La Inmaculada Fe y Alegría, ahora dificulta el desplazamiento de los ciudadanos con dirección al mercado municipal. Por seguridad, las autoridades ya instalaron vallas.

Hasta el momento se han colocado más de 280 volquetadas en el sitio del hundimiento, sin que esto atenúe la preocupación de los locales.

Según el arquitecto Betman Apolo, director de Gestión de Planificación y Desarrollo Territorial del Municipio de Zaruma, la situación hasta la tarde de ayer era de relativa estabilidad, sin embargo, el monitoreo se mantendrá de forma ininterrumpida.

Técnicos del Instituto Nacional de Investigación Geológico, Minero y Metalúrgico (Inigemm), realizan ya en la zona, una investigación para determinar los motivos de los constantes hundimientos. DEMO