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El nuevo coletazo del caso Odebrecht remece a Peru

Humala es recluido en el penal donde está preso Fujimori. Heredia ocupa una celda en la cárcel femenina. Toledo y García también están procesados.

Trascendencia. Ollanta Humala y Nadine Heredia a su salida del Palacio de Justicia, ayer en Lima, para ser llevados a sus respectivos penales.

La operación Lava Jato, la descomunal trama de corrupción nacida en la brasileña Petrobras y que ha parasitado toda América Latina a través de sobornos de la constructora Odebrecht, llevó a la cárcel al primer dirigente político extranjero. Y no fue el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado esta semana a nueve años de cárcel por corrupción, pero que evitó la prisión a la espera de la apelación. Esta vez el coletazo azotó a Perú, cuya expareja presidencial, Ollanta Humala y Nadine Heredia, afrontan en prisión la investigación que se les sigue por un caso relacionado con la trama de corrupción de la constructora brasileña.

Humala y Heredia se entregaron a la justicia, la noche del jueves, acatando una orden de 18 meses de prisión preventiva, acusados de lavado de activos por recibir fondos de Odebrechet para su campaña electoral de 2011.

La pareja, padres de tres hijos menores de edad, durmió en la carceleta del Palacio de Justicia en Lima, desde donde ayer fueron enviados a centros de reclusión por separado.

Ironías de la vida, Humala fue llevado al penal de la base de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), en Lima, donde se encuentra preso el expresidente Alberto Fujimori, contra quien se rebeló infructuosamente en 2000 cuando era militar. El traslado, en helicóptero, se cumplió entre extremas medidas de seguridad. Por su parte, Heredia, ocupa ya una celda en la cárcel de mujeres ‘Virgen de Fátima’, en Lima.

El abogado de la pareja, Wilfredo Pedraza, pidió un “trato igualitario” para el exmandatario, similar al que se da a Fujimori. “Están fortalecidos por la decisión de someterse a la autoridad del juez. ¿Cuántos políticos en el Perú son capaces de eso?”, resaltó.

La prisión de los Humala arrojó una desoladora escena sobre el prestigio de la clase política: cuatro de los últimos cinco presidentes en 25 años están salpicados por escándalos.

El presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien calificó de “histórico” el fallo, ponderó los esfuerzos de la justicia por acabar con la corrupción, en un país que ha quedado impactado por el paso de Odebrecht en la mayoría de casos investigados.

Además de Humala (2011-2016) y Fujimori (1990-2000), los expresidentes Alejandro Toledo (2001-2006) y Alan García (2006-2011) se encuentran procesados por corrupción.

Toledo vive prófugo en EE. UU., desde donde Perú busca extraditarlo para que cumpla 18 meses de prisión preventiva por un presunto soborno de $ 20 millones de Odebrecht. García, por su lado, es investigado por el caso del metro de Lima, que Odebrecht construyó a cambio de prebendas a funcionarios.

El juez Richard Concepción Carhuancho dictó prisión preventiva tras acoger la solicitud del fiscal Germán Juárez, quien alegó riesgo de fuga o de demanda de asilo de la investigada expareja presidencial.

Según la fiscalía, Odebrecht entregó $ 3 millones en 2011 a Humala, lo que el expresidente niega, aunque replica que la ley peruana no prohíbe recibir aportes del extranjero.

Odebrecht reveló que pagó 29 millones de dólares en sobornos en Perú para obtener obras públicas entre 2005-2014.

Los medios y las redes sociales peruanas fueron durante toda la jornada un hervidero de cruces entre partidarios y detractores de la medida, a los que se sumaron juristas y comentaristas políticos que no dejaron de subrayar las contradictorias acciones de la Fiscalía, las aristas que deja la situación de Humala y su esposa y la justificada o desmedida decisión de encarcelarlos.

Fujimorismo

Keiko Fujimori, hija del encarcelado exgobernante, aseguró que la orden de prisión preliminar dictada contra Humala y Heredia es una muestra de independencia del Poder Judicial de Perú y espera que “siga en la búsqueda de la verdad que todos merecemos conocer”.

Parentela

Isaac Humala, el padre de Ollanta, afirmó que el juez que ordenó la prisión preventiva de su hijo y de Nadine “es un burrazo” y “un mal juez”. Reveló, además, que hace tres años que no mantiene ningún contacto con su hijo ni con la esposa de este.

Debate sobre su encarcelamiento

El ingreso a prisión de Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia ha dividido al país entre los que ven allí un triunfo de la Justicia y los que lo consideran una cortina de humo que protege a otros acusados de haber recibido sobornos de Odebrecht.

El juez Richard Concepción Carhuancho subrayó para justificar la prisión preventiva la “muy alta probabilidad” de que Humala y Heredia hubieran cometido los delitos de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir, pero según dicen numerosos juristas, no ha contrastado debidamente la existencia de un riesgo de fuga, que sin embargo dio por hecho.

Eso puede habilitar el éxito de una apelación, lo que a su vez debilitaría la posición fiscal y fortalecería a Humala en su postura de presentarse como un perseguido político.

“Eso llamó la atención, porque si algo se había podido percibir en los últimos meses es que Humala y su esposa estaban cumpliendo todas las disposiciones de la fiscalía y no pareciera ser que las circunstancias acreditaran una medida tan intensa y extrema”, afirmó Carlos Rivera, director del Instituto de Defensa Legal.

“Veo que hay un ánimo de beneficiar a otros personajes públicos que también están bajo las imputaciones de Odebrecht, que habrían recibido plata y que no están recibiendo la misma intensidad investigadora de la fiscalía”, dijo. EFE