La nueva “Argolla”
A fines del siglo XIX hubo numerosas denuncias de corrupción relacionadas con la obra pública, involucrando a muchas personas de vinculación por familia y amistad entre gobernantes y empresarios. Nicolás Clemente Ponce, prestigioso abogado quiteño, atacó a Antonio Flores Jijón y José María Plácido Caamaño. Ponce enseñaba Derecho Constitucional en la universidad, había hecho algunos escritos y era talentoso expositor. Presentó su denuncia en una publicación que tituló La Argolla, en ella dio nombres de un buen número de personas enlazadas unas con otras en negocios del Estado. De por medio estaban contratos de la construcción del ferrocarril, se involucraba a inversionistas extranjeros; uno de los historiadores contemporáneos lo calificó como alianza oligárquica consolidada en el poder. Según los opositores, La Argolla había gobernado Ecuador de 1884 a 1895.
Hoy, más de un siglo después, hay una nueva Argolla, que también gobernó el país una década, con una diferencia: Ponce tuvo a su favor la libertad de prensa, no fue juzgado ni encarcelado por sus denuncias. No existía la Superintendencia de la Información y Comunicaciones, ni multas o amenazas. Los delitos no podían esconderse, salían a la luz sin necesidad de estar escarbando. En la Argolla del siglo XXI no se encuentra el poder oligárquico tradicional, es otro, uno que se ha enriquecido a la velocidad de la luz, sin esfuerzo alguno y que a diferencia de los empresarios no tiene nada que perder. Ya saldrán los Nicolás Clemente Ponce del siglo XXI que publicarán la más descarada corrupción de la nueva Argolla en la historia de Ecuador. Lo pasado debe quedar totalmente al descubierto para que las nuevas generaciones se enteren del saqueo del país.
Semanas atrás sugería a un amigo columnista, duro denunciante de las picardías de la nueva Argolla, que debería escribir un libro sobre la historia de la corrupción en Ecuador; esta existe desde antes de la república, empezó en la Colonia. Ya son más de 200 años de enriquecimiento ilícito.
El presidente Moreno se ha comprometido a no dar tregua a los corruptos. Debe hacerlo.