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Ayuda. De las 40 personas que naufragaron, tres murieron./ EXPRESO

La nube del turismo inseguro se posa sobre el lago de Colta

Visitantes que presenciaron el hecho exigen seguridad y control. Familiares de las víctimas aseguran que el hecho es causa de la negligencia del operador

Un viaje sin retorno. Han transcurrido más de 24 horas desde que un yate con alrededor de 40 personas a bordo naufragó en la Laguna Colta, en la provincia de Chimborazo. De este grupo fallecieron tres, tras caer al agua y ahogarse. Una de ellas es Espíritu Bravo, quien según su familiares, tenía la ilusión de reunirse con su esposo e hijos en los Estados Unidos. Sin embargo, este sueño terminó en las gélidas aguas de la laguna de Colta luego que la embarcación se hundiera a causa de, según versiones, de una mala maniobra del conductor de la nave.

Espíritu, de 55 años, llegó de la comunidad San Patricio Cocán, de la parroquia Tixán, del cantón Alausí, hasta Colta junto a uno de sus hijos, su nuera Gladys Tenemaza y sus nietos. Aprovechando el feriado pasearon por el cantón e ingresaron al sitio turístico. En su ribera, se tomaron la última foto juntos, luego subieron a la embarcación. Gladys se ubicó en la parte superior del bote, cargando en su espalda al más pequeño de sus hijos. Mientras sus familiares se acomodaron en la parte baja. Cuando el barco se viró, salió despedida unos metros, pataleó con desesperación logrando emerger y alcanzar un filo de la nave siniestrada, a la que se sujetó con toda su fuerza hasta que la rescataron. Su suegra, Espíritu, no corrió con la misma suerte. Debido a que su falda, al parecer, se enredó en la embarcación y quedando atrapada.

DatoLa Dirección de Turismo del Municipio de Colta no se pronunció sobre el hecho hasta el cierre de esta edición. Esta unidad es la autoridad en la laguna.

Familiares detallan que Espíritu, hace poco, obtuvo su pasaporte con la intención de reencontrarse con su familia. “Trabajamos en la agricultura y ganadería. Es mi madrina, estuvimos el sábado juntos. Me avisaron que ha muerto. Ella quería ir con mi padrino que está en Estados Unidos”, relató Segundo Chauca, mientras esperaba en los exteriores de la morgue de Riobamba; donde se realizaban las necropsias de ley.

Al lugar llegaron los familiares de las otras dos víctimas del naufragio; un niño de 3 años y una menor de cinco meses de edad. Fueron horas de espera entre el hermetismo, la tristeza e indignación que, sin expresar mayores detalles, denotaban los deudos al exterior de la morgue.

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Y es que la historia de tragedia se contaba sola. A ese mismo lugar, donde también se encuentra el cementerio de Riobamba, llegó el padre del pequeño de 3 años de edad que murió en el naufragio. Se arrimó en la puerta del lugar y lloraba, mientras ingresaba el pequeño ataúd blanco para su hijo. Esto, mientras su esposa aún permanecía en una casa de salud, debido a que aún no lograba recuperarse de la fatal noticia. El hombre, con el rostro desencajado, entregó su versión de los hechos ante la Fiscalía; ente que abrió una investigación para determinar responsables.

A unos pocos pasos del hombre que lamentaba la pérdida de su pequeño hijo, estaban los familiares de la niña de seis meses que falleció en el naufragio tras caer de la embarcación y ahogarse. Ellos indicaron que los padres de la menor llegaron junto a la pequeña desde Quito para dar un paseo por Colta.

De acuerdo con Álex Andino, miembro del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) que participó del rescate de los cuerpos, los tres fallecidos quedaron debajo de la embarcación. “Fueron rescatadas 40 personas con vida, los mismos comuneros y la policía del sector actuaron inmediatamente. Los fallecidos quedaron debajo”, manifestó.

Humberto Morocho, comunero de Santa Lucía, ubicado cerca a la laguna, es un experto balsero y fue el primero en ingresar. “La gente miró que se viró, enseguida me llamaron, se sacó a todos, pero estaba atorado un cuerpo, dos horas luché, pero no se pudo sacar, ahí llegó la Policía”, indicó.

Los turistas del lugar, ante el hecho, se quejaron de los pocos controles que hay en el sitio o las pocas garantías de seguridad que hay para los visitantes. “Tienen que controlar que se entreguen chalecos y que sea gente profesional. No se puede hacer turismo así, sin garantizar seguridad al usuario”, dijo Patricia Arias, turista nacional. Según los visitantes, en la embarcación había mucha gente y no todos tenían chaleco salvavidas.

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La embarcación iba con cerca de 40 tripulantes.cortesía

Al lugar acudió el alcalde del cantón Colta, Simón Bolívar Gualán, quien al ser rodeado por los deudos y turistas, anunció que se pronunciaría sobre el hecho “en las próximas horas”, en rueda de prensa. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se concretó la reunión. Gualán conversó con varias personas, quienes cuestionaban la poca seguridad del lugar.

De los rescatados, 14 personas fueron trasladadas hasta el hospital del cantón Colta, la mayoría presentaba hipotermia, hematomas; una vez estabilizados fueron dados de alta. Solo un pasajero que presentó un trauma craneoencefálico fue trasladado hasta el hospital de Riobamba, donde recibió atención especializada y su condición es estable.

Tienen que controlar que se entreguen chalecos y que sea gente profesional


Patricia Arias, turista en Riobamba

La embarcación que naufragó sería una de las tres que hay en el lugar. El conductor, quien fue identificado por los pasajeros del yate, fue detenido para investigaciones. “La Fiscalía busca reunir elementos de convicción para procesarlo por un presunto delito contra la vida en la audiencia de calificación de flagrancia que se cumplirá en las próximas horas”, informó el fiscal Roberto Cayambe.