Una novela que se tardo quince anos

Durante más de veinte años, el sargento Gonzalo López cuidó del tráfico de la urbe.

Sin embargo, mientras supervisaba el pasar de los vehículos como miembro de la Comisión de Tránsito del Guayas, su imaginación retornaba una y otra vez a las historias que había inventado desde que era niño, cuando aún vivía en su Portoviejo natal.

Tras retirarse de la institución, decidió finalmente dar el salto hacia la literatura, pero este fue más difícil de lo que había anticipado.

“De niño amaba los cuentos, la historia. Por allá en 1946 recibí una enciclopedia que devoraba, pero cuando ya me tocó escribir, me faltaba práctica. Me tomó muchos años cogerle el golpe”, comentó.

Pero finalmente lo logró. Primero con relatos donde primaba sobre todo la fantasía y luego con textos donde ahondaba en la historia, esa que tanto lo enamoró en la infancia.

Sin embargo, su primera novela, ‘El mar los acogió’, se publicó años después, en 2011.

Esta primera experiencia le sirvió para mejorar la técnica y para, al fin, plasmar la que hoy llama “su obra maestra”: ‘Más allá de la muerte’, que se lanzó bajo el sello editorial del Municipio de Guayaquil.

Esta, que tardó 15 años en elaborarse, es una novela de ciencia ficción que arranca con una pregunta que ha atormentado a científicos, filósofos y artistas por igual, ¿dónde va el alma cuando uno fallece?

El proceso de investigación para la obra fue arduo.

“Yo tenía ciertas ideas, pero necesitaba saber qué decían los expertos. Para documentarme bien, durante muchos años, hablé con médicos, psiquiatras, astrónomos, y todo lo que me dijeron fue plasmándose en la novela”, comentó.

La obra sigue la labor de cinco científicos norteamericanos que experimentan con moribundos para encontrar una respuesta a esta incógnita.

Estos son sometidos a persecución gubernamental y de fanáticos religiosos que buscan poner fin al análisis. Curiosamente, no es solo dentro de la obra donde existe oposición, sino que, durante una de las presentaciones televisadas del libro, López se enfrentó a ese paradigma en el que la ficción y la realidad se juntan.

“Lo presenté en un canal y recibí llamadas e insultos de personas que no estaban de acuerdo o que decían que el cielo era el único sitio a donde se iba el alma”, señaló el autor.

El trabajo final, dice, lo leyeron sus hijos, a quien da el crédito por las correcciones de la misma y por constantemente apoyar su trabajo.

La publicación de esta, sin embargo, fue más compleja de lo que había anticipado.

Tocó puertas, indicó el autor, de numerosas editoriales, así como del Ministerio de Cultura, pero recibió negativas. Al final, fue nuevamente el Cabildo el que acogió su pedido.

“Es muy difícil publicar en el país, no hay apoyo para los escritores y las editoriales no quieren apoyar lo distinto”.

López señaló que, pese a haber culminado la obra, que se lanzó en la ciudad durante la Feria Internacional del Libro de Guayaquil y que se presentará en Boca Ratón, en EE. UU., tiene ya nuevos proyectos literarios en los que está trabajando.

Uno de ellos es una novela sobre una posible fuga del fundador de Wikileaks, Julian Assange, desde la embajada de Ecuador en Londres, y otra obra, está más avanzada en el proceso de investigación, sobre la primera colonia penal que se instaló en Galápagos.