Novedades en la politica internacional

A parentemente, han caído muy mal las condiciones que ahora impone Trump para seguir ayudando a sobrevivir a Castro. Recordemos que al principio de la revolución, el manejo económico al nacionalizar todas las industrias fue un fracaso y la salvó la Unión Soviética, por el beneficio que le significaba extender el comunismo tan cerca de EE. UU. La ayuda le costó caro y continuaron haciéndola con mala cara (me consta). Cuando se disolvió la URSS se acabaron los subsidios, los cubanos vivieron momentos muy difíciles pero, apareció una boya salvavidas: Chávez. Con la situación de Venezuela, que se encuentra peor que Cuba, los dirigentes castristas coquetearon con EE. UU. Obama, ingenuamente se entregó a Castro, sin exigir nada en cambio. Ahora, el loco de Trump reacciona y prohíbe el envío de dinero a los funcionarios públicos cubanos y al grupo de administración empresarial GAESA, que es un conglomerado militar que controla una amplia parte de la economía cubana, incluso el turismo. Trump quiere que el dinero que se envía a Cuba se canalice para los pequeños empresarios cubanos y trata de alentar a las empresas estadounidenses a mantener negocios directamente con los cubanos.

Castro ha reaccionado con un estilo diferente al que acostumbraban: bajó el volumen de su protesta. Esta vez no le queda otro camino que negociar las nuevas condiciones. Recordemos que Cuba, en la actualidad, solo vive del turismo, de los envíos de entrenadores deportivos y médicos a los países en desarrollo, cobrando buena parte de los honorarios que a ellos les correspondería y del envío de dinero de familiares que salieron de Cuba y creo que de nada más. A estas alturas, ningún país estará dispuesto a subsidiar, una vez más, la revolución cubana.

Trump, gran comerciante. Mientras el establishment no sabe cómo sacárselo de encima, Donald Trump viajó a Arabia Saudita y les vendió armas por miles de millones de dólares, además logró que se realice una reunión con los estados árabes vecinos para planificar la lucha con el Estado Islámico.

¿Qué cambió para que el país, donde están dos de los sitios más sagrados del islam -Medina y La Meca, tuviera el honor de recibir visita de un presidente quien, como uno de sus primeros actos de gobierno, trató de prohibir la entrada a su país de los habitantes de siete países de mayoría musulmana?

El presidente estadounidense inauguró junto al rey Salmán el nuevo Centro Global para Combatir Ideologías Extremistas, un acto que le sirve a Arabia Saudita para detener las acusaciones de no hacer todo lo posible para evitar la propagación de interpretaciones del islam, como las que han ayudado a alimentar las filas del Estado Islámico ISIS.

La idea de Trump es llevarse de Arabia Saudita la promesa de nuevas inversiones en EE. UU. Por lo pronto, el director de la petrolera saudita Aramco anunció la firma de acuerdos comerciales con 11 compañías estadounidenses por orden de 5 mil millones de dólares. Además, ha vendido aviones a otros países árabes.

La constitución que quiere Maduro. La situación que vive Venezuela no hay cómo explicarla: la mayor inflación del mundo, la desnutrición de todo un pueblo, los enfrentamientos diarios entre venezolanos, que ya causan más de noventa muertos y cientos de heridos, y ahora el afán de Maduro de tener su constitución propia.

La oposición no ha podido avanzar mucho, ya que el Tribunal Supremo de Justicia y el electoral están en manos del gobierno y tienen anulada a la Asamblea, que fue elegido democráticamente. Diosdado Cabello, que es el que maneja a Maduro, como si fuera un títere, sabiendo que en unas elecciones libres, la tienen perdida, ha inventado un sistema muy especial para dictar la nueva Constitución. Prácticamente, la mayoría de los miembros serán elegidos a dedo en los organismos, que según ellos, pueden intervenir en esa elección.

El pueblo sale a las calles, protesta, es reprimido a gases y, en ocasiones, con armas. La fiscal, chavista por excelencia, y nombrada por el propio líder fallecido, reaccionó y presentó sus argumentos en contra, ante el Tribunal Constitucional. Lo único que conseguirá es que la declaren insana y no nos sorprendería que la manden a un hospital psiquiátrico.

Se recurre al papa para que vuelva a tratar de que las partes se reúnan y lleguen a acuerdos. Ahora, Francisco ya no quiere prestarse para una nueva negativa, solo aconseja que se convoque a elecciones presidenciales. A última hora parece que ya empiezan a surgir los militares descontentos de tantos abusos.