
El nivel político en picada y sin colchón que detenga la caída
Listas para las seccionales se hacen sobre la marcha. Aspirantes llegan sin mayor preparación. Eso se refleja en espacios como la Asamblea Nacional
El panorama pinta igual o peor que el actual. Listas armadas a última hora; candidatos arropados por partidos políticos con los que no mantienen ninguna conexión ideológica; aspirantes sin más antecedentes que ‘ser conocidos’. El resultado: una evidente improvisación en acciones y actuaciones cuando logran captar el cargo público.
Se lo vive casi a diario en espacios como la Asamblea Nacional, en donde muchos de sus integrantes o prefieren no intervenir (ver gráfico) en el Pleno o las comisiones y cuando lo hacen optan por leer sus discursos íntegramente, aunque con resultados totalmente desfavorables.
El problema es que muchos ya no ven a la política como la tarea de servicio que es. En su lugar, la usan ahora con otros propósitos como intentar ensalzar sus imágenes.
La actual asambleísta por Izquierda Democrática (ID), Wilma Andrade, con más de tres décadas de trayectoria, reconoce el deterioro paulatino. Incluso, señala que el anterior período legislativo, que fue altamente cuestionado, se podría decir que estaba mejor preparado.
La legisladora apunta a varios factores. El primero es que la gente que está preparada y da muestras de honestidad en su vida no quiere inmiscuirse en la política partidista por el desprestigio que existe y deja ese espacio a “aventureros políticos”.
Los partidos debemos hacer un mea culpa. Hay jóvenes que se han preparado por años con nosotros, pero en los momentos decisivos no se les da la oportunidad y en su lugar llegan aventureros.
“También falta preparación de cuadros y liderazgos en las organizaciones políticas. Qué puede aportar alguien que no tiene un conocimiento cabal de la realidad del país”, cuestionó Andrade.
El exparlamentario y excandidato a la Presidencia, Jacinto Velázquez, recordó para EXPRESO que uno de sus colegas del Congreso que conformó en la década de los 80 ya le advirtió que la calidad de la política en el país iría en picada. Le pareció una exageración, pero ahora dice que lo está constatando.
Tareas como fiscalizar o administrar lo público no se las puede dejar en manos de gente inexperta. Usted puede ser un brillante estudiante de 18 años, pero no está capacitado.
Considera que una persona que, por ejemplo, quiere ser alcalde, prefecto, concejal debería como requisito básico haber leído y analizado la ley que rige a los Gobiernos Autónomos Descentralizados, algo que tomaría varios días, antes de aceptar una candidatura.
“El problema ahora es que a un asambleísta, a los nuevos funcionarios, les ponen una gran cantidad de asesores. Si usted necesita ocho asesores es mejor que se quede en su casa por incapaz, pero por lo general son los más audaces, porque en el país ya ni siquiera hay gente inmoral, sino amoral”, señaló Velázquez.
El excongresista por Imbabura y exprocurador del Estado, Gustavo Medina, dice que todo es producto de la decadencia y prácticamente extinción de los partidos políticos ideológicos y programáticos en el país, y el aparecimiento de esta suerte de maquinarias y empresas electorales que se activan cada período electoral.
