Entre Netanyahu y Trump

La posesión de Trump está provocando cambios, aún en ciernes pero peligrosos, en la geopolítica mundial, de repercusiones globales para la paz, particularmente por sus efectos regionales, como el contencioso israelí-palestino en Oriente Medio. Echa al traste más de un lustro de trabajo realizado por la diplomacia para la solución de este complejo conflicto y compromete la viabilidad de la propuesta internacional de los dos Estados.

La terminación de la administración Obama, que tuvo muchos “impasses” y desencuentros con el Gobierno de Netanyahu, significó un freno para sus anhelos expansionistas y de “depuración étnica”, que parecería que encuentra en la actualidad el espacio para sus intereses. Del largo discurso de John Kerry, ex secretario de Estado, que fue su testamento político de despedida y lamentación el 28 de diciembre pasado, destacamos: los tres años perdidos y los centenares de horas de discusión con el primer ministro; la condena al Gobierno israelí por impulsar la colonización de los territorios ocupados en Cisjordania; y la precisa puntualización de que “el primer ministro desea oficialmente la solución de los dos Estados, pero su coalición es la más derechista de la historia israelita”.

El ascenso de Trump al poder ha intensificado el proceso de colonización “salvaje” de Cisjordania, proyecto que se encontraba congelado esperando que concluyera el gobierno de Obama. Dos días después de su posesión, la Alcaldía de Jerusalén ha anunciado el relanzamiento de la colonización en el este de la ciudad, ocupada desde 1967 con la Guerra de los seis días y anexada en 1980. Según The Guardian Sunday, las autoridades dan aval para la erección de 566 edificaciones en diversos barrios de la urbe.

La prepotente frase de Netanyahu: “Nosotros construimos y continuaremos construyendo”, lo que presenta es a un gobernante acorralado por acusaciones de corrupción -tres veces ha sido interrogado por el procurador-, que lo que busca es asegurar a su sucesor, Naftali Bennett, garantizando el apoyo de la derecha nacional religiosa.

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