Negligencia en el transporte publico y sobreprecio en taxis

Me veo obligada a usar el transporte ejecutivo, dentro y fuera de Guayaquil, y lastimosamente los choferes de transporte público cometen muchas infracciones que podrían afectar nuestra vida. Casi nunca estacionan al pie de la acera, sino a un metro de ella; no dan la seguridad debida.

La metrovía a veces termina no siendo una opción, ya que van muy llenos (los buses) y la ventilación es deficiente.

Las personas de escasos recursos están acostumbradas desde siempre al transporte masivo y saben cómo subir y bajar sin problema, pero el riesgo recae en nosotros, los adultos mayores, quienes tenemos una movilidad más limitada.

La clase media y baja siempre es la más afectada y la que se ve obligada a hacer ajustes en otros rubros debido a la inoperancia de ciertos choferes que muchas veces juegan con nuestras vidas.

La clase económica con ingresos altos, por lo general tienen sus vehículos propios y rara vez usan el transporte público, porque prefieren y tienen los recursos para utilizar taxis ejecutivos; las personas de escasos recursos no podemos darnos ese tipo de lujos.

Los taxistas no respetan las tarifas de las carreras, ellos las imponen. Cuando se da un paro de transportistas públicos lo único que nos queda es aceptar ese abuso.

Laura Gómez