
Nanas y su lucha por el futbol femenino
Fernanda Vásconez plasmó en el club su visión de insertar a la mujer en el deporte. En poco tiempo, el equipo se ha convertido en protagonista del balompié local.
El fútbol es la pasión de Fernanda Vásconez. Llegó a este deporte tras practicar bicicross, equitación, natación y gimnasia rítmica, de esta última fue campeona nacional.
Pero en el balompié encontró esa inspiración que hizo que sea la primera futbolista en jugar en el exterior, funde su propio club y logre la declaración del Día Nacional del Fútbol Femenino.
“He vivido en carne propia las dificultades que tienen las mujeres para iniciarse en el deporte. Las limitaciones para el crecimiento del fútbol femenino por las pocas escuelas, competencias, apoyo”, comenta Fer, como le dicen sus compañeras y familiares.
Esto le impulsó a fundar Ñañas, en el año 2016, club que en poco tiempo llegó a ganar el torneo clausura de la temporada anterior, está en la final de la Superliga femenina y representará al país en la Copa Libertadores.
“El objetivo de la creación de Ñañas fue tratar de imitar e impulsar el fútbol femenino como se vive en otros países. Fui la primera jugadora ecuatoriana en un equipo del exterior, en Suiza. Viví cómo se maneja el fútbol femenino en Europa, donde a las chicas se las trata como profesionales, son remuneradas y se dedican solo al deporte”, comentó Vásconez.
Resalta que en Ñañas trabajan una formación integral de las deportistas. Los entrenamientos los complementan con charlas de control emocional, valores, desarrollo personal y nutrición.
Para la volante y capitana del equipo, pese a ser protagonistas del balompié femenino nacional, el mayor logro que han conseguido es la declaración del Día Nacional del Fútbol Femenino, el 7 de marzo.
Resaltó que “es esa responsabilidad social que tenemos con el país y por empoderar a la mujer, por la que trabajamos más de un año, lo que nos diferencia de los otros clubes. Entendimos que se necesitaba ir a quienes hacen las leyes y conseguimos que la Asamblea Nacional nos abra la puerta y reconozca a las mujeres futbolistas del país”.
Fue un arduo trabajo en el que presentaron estadísticas y evidenciaron los problemas que tienen las mujeres en el fútbol mediante varias historias de vida.
Pero tras esta conquista les llegó un momento complicado. Tras ser vicecampeonas nacionales, les informaron que no podían ser parte de la Superliga femenina al no contar con el respaldo de un equipo profesional masculino.
“Que nos digan que reglamentariamente no podíamos entrar por no ser parte del fútbol masculino fue un obstáculo muy grande. Pero todo se logra con esfuerzo, trabajando y nos movimos muy rápido para poder conseguir la licencia y aprobación”, detalló Vásconez.
Una vez asegurada su presencia en el nuevo torneo, se enfocaron en la planificación y el presupuesto para la temporada. En el club destacan que son de las instituciones que pagan más altos sueldos a sus jugadoras y las tienen afiliadas al IESS. También brindan ayuda con indumentaria y refuerzos académicos.
Además, son el primer equipo femenino afiliado a la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA), y en el próximo congreso ordinario de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) harán historia al ser las primeras en tener derecho a voto.
Sobre el hecho de no contar con el respaldo de un equipo de la LigaPro, Fernanda analizó que “es más fácil cuando se tiene un padrino como el fútbol masculino. Llegas y tienes las canchas, cuartos, bus para movilizarte, auspicios. Nos ha tocado todo solas y ha sido un reto importante. Valoramos lo que hemos conseguido como llegar a la final de la Superliga y vamos a representar al país en la Copa Libertadores”.
El poder disputar el título de la primera Superliga femenina motiva a Ñañas para seguir en su lucha por proteger y promover la búsqueda de oportunidades igualitarias para las mujeres que quieren destacarse en el deporte.
El apoyo familiar, una de las claves
Fernanda comparte en la cancha con su hermana Alegría, quien juega como zaguera. Además de en Ñañas, han tenido la oportunidad de defender a la selección nacional.
Destacó el rol de Alegría como líder en el gramado, por lo que decidió cederle la cinta de capitana en la anterior semifinal de la Superliga.
Fuera del campo de juego, Ana (quien también fue futbolista), la mayor de las hermanas Vásconez, se encarga de los temas de comunicación y relaciones públicas del equipo.
“Sin mi familia no estaríamos donde estamos. Hemos crecido a pasos agigantados, pero también pasamos por momentos muy duros que los superamos con el respaldo familiar y de quienes han confiado en la misión y visión del club”, enfatizó Fer.
Con refuerzos extranjeros
Una de las innovaciones del equipo desde su creación fue contar con refuerzos extranjeros. Esta temporada no es la excepción y el cuadro dirigido por Francisco Ramírez cuenta en sus filas con tres foráneas.
Se trata de la arquera panameña Farissa Córdoba, y las venezolanas Maryury Sánchez (volante) y Yosneidy Zambrano (delantera).
“Somos un equipo joven que ha podido llegar a estas instancias con mucho esfuerzo”, resaltó la golera, quien es ingeniera mecánica y ha jugado en Panamá y Perú.
Por su parte, Sánchez, quien es el equilibrio en el medio campo, afirmó que “tenemos un equipo fuerte y con mucho corazón”.
Zambrano, en cambio, es la goleadora del equipo con 17 tantos y regresó tras un paso por la segunda división de España. Quiere aportar con anotaciones para lograr el título y, además, brillar en la Copa Libertadores.