Reemplazo. Espín anunció que su reemplazo en la Asamblea es Ronny Aleaga. “También es correísta”, aclaró la exlegisladora.

Mutacion continua en el bloque de PAIS

Reemplazo. Espín anunció que su reemplazo en la Asamblea es Ronny Aleaga. “También es correísta”, aclaró la exlegisladora.

La ‘diversidad’ de criterios les mantiene en un ambiente constante de quiebre. Los afectos difíciles de olvidar, los desafectos y hasta las nuevas lealtades hacen que al bloque legislativo de Alianza PAIS (AP) le cueste mantener una postura monolítica en temas que tocan a sus integrantes o a sus exaliados de la revolución ciudadana.

Las votaciones para destituir a las ahora exasambleístas Sofía Espín y Norma Vallejo, la noche del martes, pusieron nuevamente en evidencia esa separación. Incluso, en los pasillos del Palacio Legislativo se empezó a hablar de un microbloque liderado por José Serrano.

Ni el mensaje del presidente Lenín Moreno, a través de Twitter, horas antes de la votación, en el que les pedía que “sean consecuentes con el sentir de los ecuatorianos en la lucha contra la corrupción y la impunidad, (...) en las decisiones que tomen hoy demostrarán si tienen o no la voluntad de combatirla”, logró remover la voluntad de todos; aunque sin la ‘oportuna’ nota presidencial las cosas se podían poner cuesta arriba.

Tanto que la propia presidenta de la Asamblea, Elizabeth Cabezas, dijo antes del tuit que no puede responsabilizarse de la ética con la que votarán los 137 asambleístas, cuando la prensa le consultó únicamente cómo votará su bloque

Las posturas se expresaron de diversas formas y fueron distintas para cada caso. Por ejemplo, en la votación para destituir a la ex-PAIS Sofía Espín, cuatro legisladores de AP y aliados estuvieron ausentes de la sesión del pleno.

Dos, incluyendo a Norma Vallejo, antes de ser destituida, dijeron no a la cesación adelantada y tres más decidieron abstenerse de votar (ver gráfico). Al final la correísta, acusada de visitar en prisión a la exagente Diana Falcón que está enjuiciada por el secuestro del político Fernando Balda, junto con el expresidente Rafael Correa, fue destituida con 94 votos.

Cuando llegó la hora de aplicar el control político a Vallejo, acusada de tramitar cargos públicos, aumentaron las ausencias y también las abstenciones en el pleno de la Asamblea.

Su destitución se logró con 89 votos, pero si se mantenía la propuesta hecha por el asambleísta de CREO Fernando Flores, la semana pasada, para que la separación de asambleístas se haga con el voto de 91 legisladores, Vallejo todavía conservaría la curul, en parte gracias al aumento de abstenciones.

En ese grupo de los que no votaron ni a favor ni en contra está la coordinadora del bloque de PAIS, Ximena Peña. La legisladora le dijo ayer a EXPRESO que no votó por la destitución de Vallejo porque el único elemento que se tomó en cuenta fue la versión de una persona sin una prueba de sustento.

“Estas votaciones (las del martes) no necesariamente reflejan que exista una división del bloque. Hemos tenido otras votaciones donde las voluntades han sido mucho más dispersas. Más bien, en esta ocasión la votación ha sido robusta”, manifestó Peña.

En PAIS también hay conciencia de que dentro del bloque hay sectores que se están agrupando en esos microbloques, ya sea por afinidades o coincidencias. Peña cree que no es extraño ni negativo que eso suceda y asegura que contribuye a ampliar el debate.

Los detalles

Lineamiento

Asambleístas consultados por este Diario dijeron que para la votación para la destitución de Vallejo les llegó la disposición de que lo hicieran de acuerdo con lo que les dictaba su conciencia, tomando en cuenta que es parte de PAIS. ¿De dónde les llegó el lineamiento? “Del buró político”, respondieron.

Debate

En el Legislativo la discusión se centró ayer en si para que la Fiscalía investigue a la asambleísta Espín era necesario levantar su inmunidad. El correísmo cree que sí, porque el acto lo cometió cuando era asambleísta. Otros sectores opinan que no, porque ya perdió esa calidad.