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"Somos sociedades muy desafectas, nos involucramos con la política en elecciones o en una profunda crisis"

ENTREVISTA. El analista Jeffrey Radzinsky explica la crisis de Perú y esboza lo que le puede esperar a la política y la economía del país vecino

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Jeffrey Radzinsky es abogado peruano, analista político, profesor universitario y asesor.CORTESÍA

Jeffrey Radzinsky, analista político peruano, explica a EXPRESO la realidad política de su país. Asegura que la vacancia presidencial de Martín Vizcarra y la poca legitimidad con la que ha nacido el gobierno de Manuel Merino no es una dificultad aislada, en sí, sino un nuevo capítulo de una gran crisis que tiene varios años y que se puede resumir en dos palabras: precariedad institucional. Para entender la realidad convulsa de la política peruana, asegura Radzinsky, hay que recordar que Perú es uno de los países del mundo con mayor volatilidad política y que no cuenta con un sistema de partidos políticos desde hace má de 20 años. Asimismo, que nuestro país vecino, si bien ha tenido un gran crecimiento económico en los últimos años, este no ha venido acompañado del fortalecimiento de las instituciones.

- ¿Cuál sería el origen del más reciente capítulo de esta crisis?

Para no remontarnos tan atrás, en 2018, con la vacancia del presidente Kucszynski. Hubo una gran presión, por eso renunció y muchos de los que alentaron eso impulsaron esta vacancia.

- Pareciera que Perú retrocede años en pocos días.

Hay un retroceso, se le hace un daño al país con lo que ha ocurrido y con la vacancia del presidente. Se multiplica la inestabilidad y se detiene el avance, con tropiezos, que se estaba teniendo en algunos sectores. Hoy tenemos todos los ministerios paralizados, el dólar subió mucho, la bolsa de valores tuvo un bajón fuerte, las agencias calificadoras de riesgo ya prendieron las alarmas, los bancos de inversión también, no ha habido un pronunciamiento inmediato felicitando al nuevo presidente por parte de la comunidad internacional. Hay más: una represión policial desmedida ante manifestaciones no solo legítimas, sino necesarias en democracia.Y en ninguna medida eso implica una defensa de las serias denuncias contra el presidente Vizcarra.

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Las protestas vienen durando tres días. El centro de Lima es el lugar de mayor de congregación de manifestantes.EFE

Se dice que la salida de Vizcarra es legal, pero no legítima.

La política demanda legalidad y legitimidad. Es decir, en el caso particular de la salida del presidente Vizcarra, hay un tema de legalidad asociado al procedimiento, en este caso un procedimiento constitucional, que establece una serie de plazos, una serie de instancias que, en mi opinión, este presidente avaló. Puede ser debatible, pero se ha cumplido el procedimiento y el presidente dela República lo avaló. La legalidad es más procedimental.

- ¿Y lo otro?

La legitimidad en la aceptación, el respaldo ciudadano entendido como una aceptación de que se cumplen las reglas de juego. De que haya, más allá de la discusión legal, una aprobación válida. Por eso muchas veces la legitimidad se puede medir con la aprobación ciudadana. Porque al final es un elemento central para a gestión de cualquier gobierno. Lo que vemos, sin embargo, es protestas en las calles, múltiples cuestionamientos.

-¿Qué puede dejar a Perú este gobierno breve, durará ocho meses, y poco legítimo?

Dos cosas, principalmente: la composición del gabinete. De alguna manera va a marcar si este es un gobierno del Congreso o uno que marque alguna distancia entre Ejecutivo y Legislativo, algo necesario en democracia. Que no sea un apéndice parlamentario. Desde ahí, Ántero Flores [elegido jefe del gabinete de ministros], más allá de algún cuestionamiento, marca un giro a la derecha conservadora, un político experimentado y una persona con un peso específico propio, creo que no aceptaría el cargo si él no puede sugerir o designar a los ministros que lo acompañen.

Por otro lado es ver cuáles son los temas de agenda. Hay uno muy álgido que es la designación de los miembros del Tribunal Constitucional con un procedimiento muy cuestionado, que ni siquiera ha atraído a personajes reconocidos. Y eso es clave porque este mismo Congreso ha admitido leyes anticonstitucionales y este tribunal es el que va a decidir.

Entonces, ¿qué debe hacer? Establecer o zanjar una agenda que no abra paso a bloquear algunos pequeños avances que se habían dado y una segunda etapa es llevar acabo, con la mayor neutralidad, el proceso electoral de abril de 2021.

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Este jueves juró el nuevo equipo de ministros de Perú. En la foto, el nuevo presidente Manuel Merino y su jefe de ministros Ántero Flores-Aráoz, un político de derecha.EFE

- ¿Cómo han reaccionado los líderes políticos?

Mal, no están dando la talla y no es novedad. Dos elementos para ejemplificarlo: uno, vivimos una crisis profunda, vacan al presidente, asume el presidente del Congreso y hay varios candidatos presidenciales que ni se han pronunciado, no han dicho si están a favor o en contra, ¡nada! Muy pocos han salido, solo Julio Guzmán y Verónika Mendoza se están posicionado como candidatos opositores. Hernando de Soto no ha dicho nada, Keiko Fujimori, César Acuña. Lo que le corresponde a un político es tomar una postura y argumentar.

Lo segundo: tenemos a candidatos que están en campaña siempre. Y el problema en el Perú es que tenemos más de 20 candidatos presidenciales y , a diferencia de las elecciones anteriores, no hay un favoritismo marcado, hay seis candidatos con más opciones.

- Las crisis políticas suelen afectar poco la economía en Perú, que está recubierta de un teflón ante el caos político. ¿El país ya está abusando de su suerte?

Inexorablemente este efecto teflón se acabaría y hay mucho escrito sobre eso. No se puede sostener el crecimiento económico como elemento fundamental y no único del desarrollo si no hay institucionalidad. Con tanta debilidad de la institucionalidad el efecto teflón se acaba y el retroceso de la economía en el Perú este año va a ser brutal, también por los efectos de la pandemia.

- ¿Cómo graficarlo?

El PIB sería de -13% este año, según los pronósticos. Un estudio de la Universidad del Pacífico señala que entre 2,3 y 3 millones de personas pasarán a la pobreza este año en Perú Estamos hablando del 9% de la población. Es brutal, lo que avanzamos en los últimos nueve años en reducción de pobreza lo vamos a retroceder en 2020.

¿Hay algún salvavidas con el que Perú se pueda mantener a flote?

Sí, no todo es apocalíptico. El precio del cobre está alto, a niveles más altos que antes de la pandemia. El cobre es el principal bien de exportación en el Perú. Además, la calificación crediticia del Perú es buena, este año ha emitido bonos y nos hemos endeudado a tasas bajas, comparando con la región. Aún tenemos indicadores que nos permiten cierta solidez y presitigio internacional.

Somos sociedades muy desafectas, nos involucramos con la política cuando hay elecciones o cuando hay una profunda crisis

Perú está a cinco meses de elecciones presidenciales, ¿cómo va a influir esta crisis en la campaña?

Sí, aumenta un eje típico en todas las campañas, el de la oposición al Gobierno. Permitirá posicionar algunas candidaturas como opositores a un gobierno que, de inicio, tiene mayor rechazo que el de Vizcarra. Hay un eje ahí.

Lo segundo, porque lo que trae el nuevo proceso electoral es un espacio de mayor convulsión social y eso puede ser una oportunidad a favor o en contra. Mueve el escenarios discursivo de los candidatos.

- Finalmente, ¿qué lección puede sacar Ecuador u otro país de esta crisis?

Uno: tener reglas de juego claras. Las leyes, las funciones de cada poder de Estado, los alcances, las competencias, tienen que quedar claramente establecidos. No podemos dar lugar a tantas interpretaciones ni ambigüedades, eso solo genera debilitamiento de la institucionalidad.

Lo segundo: Estar más involucrados con los asuntos públicos.

- Una ciudadanía responsable.

Somos sociedades muy desafectas, nos involucramos con la política cuando hay elecciones o cuando hay una profunda crisis, donde acaba de asumir la presidencia el señor Merino y millones de peruanos no saben quién es el señor Merino y millones no sabían que se estaba votando la vacancia, donde millones no saben quién es su alcalde ni le interesa saberlo. Y mientras menos involucramiento haya, menos rendición de cuentas hay en los políticos y má espacios hay para la pésima gestión, la corrupción y la incompetencia.