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El maquillaje en el Día de los Difuntos

Un artista mexicano es experto en pintar caras y cuerpos en la festividad en honor a los muertos. El arte de las Catrinas sobresale en esta fecha

MEXICO
El artista del make-up Martín SBK maquilla a una modelo como Calacatrina,  en el Día de Muertos mexicano / Jair Cabrera / DPAJair Cabrera

Martín SBK toma una brocha y desliza la pintura beige sobre el brazo de una modelo. Va delineando los huesos de lo que será un esqueleto glamuroso. Este artista mexicano del maquillaje es un experto en pintar caras y cuerpos para el Día de Muertos.

“La calavera es sutil, con mucha sombra, un poco tétrica, aunque elegante. La Catrina es más colorida y muy hermosa, muy dulce e imponente. Y la Calacatrina es una combinación de los dos conceptos”, mientras escoge los colores y pinceles adecuados para sus trazos en una sesión de maquillaje en Ciudad de México.

El instructor de la escuela de maquillaje Seicento Makeup School, cuyo nombre real es Martín Ortiz, juega con los colores e improvisa con las formas. La piel es el lienzo. Pinta hasta el traje de los esqueletos cuando hace “body painting”.

“Lo más importante en el maquillaje de una Catrina es la línea que forma la calavera. Toca la comisura del labio, sube un arco tocando el pómulo y hasta llegar al tímpano”, explica. “Su principal simbología son las flores o pétalos alrededor del ojo y los ornamentos que se colocan en la frente y el mentón”.

La celebración mexicana del Día de Muertos, el 1 y 2 de noviembre, es, en realidad, una festividad en honor a los difuntos que se distingue por la confección de altares domésticos y el meticuloso arreglo de las tumbas en los cementerios.

Pero, desde hace algunos años, ha florecido en paralelo, tanto en México como en el exterior, el arte de las Catrinas y Catrines, figuras esqueléticas que lucen sus caras maquilladas y trajes en fiestas y desfiles callejeros.

La tradición original, incorporada por la Unesco en 2008 a su lista de patrimonio cultural Inmaterial de la humanidad, tiene lugar para las fechas católicas de Todos los Santos y Fieles Difuntos e incorpora creencias indígenas.

Las familias esperan la visita anual de las almas de sus seres queridos fallecidos. Flores anaranjadas y velas les marcan el camino a casa. Sobre los altares se colocan alimentos, agua, papel ornamental de colores, fotos y calaveras de azúcar.

En discotecas y desfiles, en cambio, el maquillaje y los trajes son lo esencial. Las mujeres llevan el rostro pintado, vestidos largos y arreglos en la cabeza. Ellos van generalmente de traje oscuro y sombrero, sin más rastro del cuerpo que la representación de los huesos, los dientes y las oquedades vacías de los ojos.

Mucho tuvo que ver en esta moda la película ‘Spectre’ (2015), de James Bond. Al principio de la película, el agente 007 -interpretado por Daniel Craig- y una acompañante caminan disfrazados en medio de un desfile del Día de Muertos en Ciudad de México. Ese desfile no existía en la vida real. Se creó después para atraer al turismo.

Además de pinceles y brocha, Martín SBK utiliza un aerógrafo para pulverizar pintura sobre el cuerpo y acentuar las sombras. Su trabajo ha sido publicado en revistas, documentales y campañas publicitarias.

El origen de la Catrina del Día de Muertos es la “Calavera Garbancera”, una cara esquelética con sombrero elegante que fue creada por el ilustrador y grabador José Guadalupe Posada (1852-1913) como una crítica a la sociedad de su época.

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El muralista Diego Rivera, esposo de la pintora Frida Kahlo, la retomó después. La representó de cuerpo entero con vestido y estola en su mural ‘Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central’ (1947).

Hoy la creación combinada de Posada y Rivera es un símbolo mexicano. “No ha dejado de ser la inspiración de los artistas de esta época”, dice Martín SBK, a quien en la escuela de maquillaje lo bautizaron “El rey de las Catrinas”.

El artista del make-up se nutrió también del trabajo de muchos artesanos mexicanos en viajes por pueblos del interior de México a los que lo llevaba su madre. A ella, Reyna Esquivel García, quien murió el año pasado, le rinde ahora homenaje agregando un corazón a los esqueletos de sus creaciones.