
Investigaciones que hundieron a Dina Boluarte: del Rolexgate a muertes en protestas
Dina Boluarte fue destituida tras un mandato marcado por la represión, el escándalo y múltiples investigaciones fiscales
A solo seis meses de las elecciones generales previstas para 2026, Dina Boluarte —la primera mujer en gobernar el Perú— fue destituida por el Congreso en una sesión relámpago que cerró un mandato de dos años y diez meses signado por la inestabilidad, la represión y las investigaciones judiciales.
Boluarte asumió el poder el 7 de diciembre de 2022, tras la destitución de Pedro Castillo por su intento de disolver el Parlamento. Sin embargo, lejos de consolidar la gobernabilidad, su gestión profundizó la crisis política y social del país. La mandataria enfrentó más de media docena de intentos de vacancia, decenas de protestas violentas y una aprobación ciudadana que cayó al 3 %, la más baja de la región.
La noche del jueves 9 de octubre de 2025, el Congreso peruano la destituyó por “incapacidad moral permanente”, luego de semanas de cuestionamientos por la creciente inseguridad y por un ataque armado durante un concierto de cumbia que desató la indignación nacional.
De vicepresidenta a presidenta impopular

Natural de Apurímac, abogada de profesión y sin un partido propio que la respalde, Boluarte llegó a la presidencia con la promesa de pacificar el país. Pero desde el inicio de su mandato enfrentó protestas que dejaron más de 70 muertos y cientos de heridos, principalmente en las regiones del sur.
La Fiscalía abrió una investigación contra ella por genocidio, homicidio y lesiones graves a raíz de la represión de esas manifestaciones. Pese a los cuestionamientos internacionales y los pedidos de renuncia, Boluarte insistió en que gobernaría hasta 2026, aferrándose al poder con el respaldo de bancadas conservadoras como Fuerza Popular.
Investigaciones que la cercaron
Durante su gestión, la Fiscalía y el Congreso acumularon múltiples expedientes en su contra:
- Rolexgate: por presunto enriquecimiento ilícito tras exhibir relojes y joyas de lujo no declarados.
- Represión en protestas: acusaciones de violaciones a los derechos humanos por la muerte de manifestantes en 2022 y 2023.
- Caso Cerrón: presunto favorecimiento a la fuga del líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, su antiguo aliado político.
- Cirugías estéticas ocultas: se le reprochó no haber informado al Congreso que estaría temporalmente incapacitada durante intervenciones faciales realizadas en secreto.
- Reuniones con la fiscal destituida Patricia Benavides: presuntos intentos de interferir en procesos judiciales a cambio de beneficios políticos.
- Aunque en agosto pasado el Tribunal Constitucional suspendió temporalmente las investigaciones por su inmunidad, la destitución del cargo deja a Boluarte expuesta nuevamente a los procesos penales.
El relevo inesperado: José Jerí, presidente interino
Minutos después de la destitución, el Congreso designó a José Jerí, un abogado y parlamentario de 38 años, como presidente interino del Perú. Jerí, quien presidía el Legislativo, asumió el cargo “en nombre de la reconciliación nacional”, aunque su llegada también genera polémica: enfrenta denuncias pasadas por presunta violación sexual, archivadas hace apenas dos meses, y cuestionamientos por supuestos actos de corrupción en el Congreso.
El nuevo mandatario prometió instalar un gobierno de transición que conduzca al país hasta las elecciones generales de 2026, en un contexto de desconfianza ciudadana y crisis institucional.

Un país atrapado en el ciclo de la inestabilidad
Con la salida de Dina Boluarte, Perú suma cuatro presidentes destituidos en lo que va del siglo —junto a Pedro Castillo, Martín Vizcarra y Alberto Fujimori— y se mantiene atrapado en un ciclo de crisis política que erosiona la confianza en las instituciones democráticas.
Boluarte se despide dejando un legado de investigaciones abiertas, represión sin justicia y un país que sigue buscando estabilidad. José Jerí asume ahora el reto de gobernar sobre un terreno político minado y una sociedad que ya no confía en nadie.
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