Mundo

Lluvias
Una foto referencial sobre las afectaciones por las lluviasn en HaitíEFE/Manuel Bruque

Las intensas lluvias golpean con fuerzas a los haitianos y suman 42 los fallecidos

Se registran 19.000 personas desplazadas y otras 37.000  afectadas de alguna manera

Las intensas lluvias, inundaciones y deslizamientos de tierra que se registran en Haití desde el fin de semana se han cobrado ya la vida de 42 personas, según las últimas cifras de la Oficina de la ONU para asuntos humanitarios (OCHA).

Algunas familias han perdido sus enseres tras el fuerte temporal.

Esmeraldas: el último reporte contabilizó 11.750 personas afectadas por las lluvias

Leer más

Las lluvias, que se han registrado en siete de los diez departamentos del país, pero con especial virulencia en el oeste, han dejado además 19.000 personas desplazadas y 37.000 más afectadas de uno u otro modo.

De acuerdo con el informe del Departamento de Protección Civil (DPC) de Haití, el número de fallecidos aumentó este lunes a 30, el doble de los reportados la víspera.

Asimismo, el organismo elevó a nueve el total de desaparecidos, mientras que cifró en 7.475 las familias afectadas y en 13.000 las personas desplazadas. Los aguaceros torrenciales han afectado considerablemente al sector agrícola y causado daños a centros de salud, carreteras y puentes, lo que dificulta la asistencia a los afectados, según Protección Civil.

La OCHA subrayó la gravedad de lo sucedido en un momento en que la temporada de huracanes -siempre muy activos en el mar Caribe- ni siquiera ha empezado y cuando Haití se enfrenta a una larguísima crisis humanitaria agravada por un brote de cólera.

Del Plan de Respuesta Humanitaria diseñado por la OCHA para atender a la población haitiana, cifrado en 720 millones de dólares, solo se ha recolectado hasta el momento una quinta parte, lo que deja en extrema vulnerabilidad a la mitad de la población haitiana que necesita ayuda humanitaria.

Inundaciones en Haiti

Desaparecidos y muertos por lluvias en Haití

Leer más

Pero además, la fragilidad política en el país, con áreas enteras que escapan a la autoridad del gobierno y están virtualmente bajo el control de pandillas, hace que la ayuda no pueda llegar a numerosas provincias por falta de seguridad