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Código mariposa, apoyo tras el duelo perinatal

Un grupo de personas impulsa en México un protocolo para un mejor tratar a quienes sufrieron el duelo por la pérdida de un bebé

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Programa. Una madre en la sala que es parte del ‘Código mariposa’.Francisco Guasco / EFE

Un grupo de madres que sufrió muerte perinatal impulsan el ‘Código mariposa’ en hospitales públicos y privados de México, un protocolo para tratar con respeto y dar un seguimiento psicológico a quienes sufrieron el duelo por la pérdida de un bebé. Georgina González perdió a tres hijos antes de nacer. De 2009 a 2014 ella y su esposo Antonio Soto pasaron de la alegría por descubrir un embarazo a la tristeza de perder a sus bebés, experiencias que los enfrentaron con un entorno social y médico que no está preparado para acompañar un duelo de esta naturaleza.

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“La gente no sabe cómo reaccionar, no sabe cómo decirte lo siento y a veces las palabras que te dan de consuelo son muy hirientes; de una semana en la que te dan regalitos (para el bebé), pasan a no hablar del tema, a decirte échale ganas o no te preocupes vas a tener más”, dice Georgina.

Antonio, médico de profesión, contó que debió atender el dolor físico y emocional de su esposa, pero se olvidó de su propia recuperación motivado por la idea de que el hombre debe ser el más fuerte en estas situaciones. “Viene un duelo que no vas a vivir (como papá) porque lo está viviendo ella, en esos momentos el hombre sí es muy machista y yo pensé: ella lo perdió, y tienes que saber que es tuyo y lo perdiste, no lo cargabas, pero sí lo perdiste, y vas a buscar que ella esté bien pero tú no, tú con cara de piedra y sácala adelante”, afirma.

Cifras tristesEn México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, uno de cada cuatro embarazos no se logra y uno de cada nueve bebés nace sin vida.

Las parejas y mujeres que pierden a un bebé viven un duelo en el que los sentimientos de culpa, la vergüenza, la tristeza, los cambios hormonales, la poca atención psicológica y la presión social los pueden llevar a la depresión e, incluso, al final de su matrimonio. Ángeles Martínez, de 35 años, y Raúl Sandoval, de 32 años, perdieron a su hija cuando esta tenía 13 meses de edad y tras haber nacido de manera prematura a los 6 meses de gestación la pequeña pasó varios meses de manera intermitente en un hospital de Ciudad de México hasta que falleció debido a problemas gástricos. “Lo que nos ha dado fortaleza es estar unidos y acercarnos a nuestras familias, ha hecho que las cosas sean más amenas, que no tengamos el pesar de que ya no está. Y también darse el tiempo para desahogarse, estar solos y entender lo que está pasando”, expresa Raúl.

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Con dos hijos vivos, Georgina y Antonio encontraron la manera de superar sus pérdidas no solo recibiendo acompañamiento psicológico sino apoyando a otras madres y padres que vivieron lo mismo con la creación de una organización llamada ‘Duelo respetado’ que ha atendido a cientos de parejas en México y otros países con grupos de apoyo y más recientemente con un podcast.

En la mayoría de los casos el bebé nace de manera prematura y debe pasar mucho tiempo en la incubadora o en tratamientos médicos, en otras ocasiones, el cuerpo no logra mantener al bebé y provoca un aborto espontáneo. Los padres se enfrentan a un “sistema de salud insensible al dolor durante este proceso” y tras la muerte del menor, a eso se suma la falta de acompañamiento psicológico, explica Georgina.

Sin embargo, no hay estadísticas reales de cuántas parejas pasan por este problema, pues la Organización Mundial de la Salud permite registrar la muerte perinatal a partir de la semana 22 de gestación o de que el bebé pese más de 500 gramos, todos los casos fuera de esas características quedan sin ser registrados ante las autoridades de salud.

En México, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 1 de cada 4 embarazos no se logra y 1 de cada 9 bebés nace sin vida. Lizbeth Zarazúa, de 34 años, perdió a su hija a los 25 años luego de que esta naciera a los 6 meses de gestación. En el hospital y con la fuente rota los médicos dieron a la bebé por muerta y le dijeron que no se preocupara pues después de sacar el feto se podría ir a su casa. Al salir la bebé una enfermera le confirmó que aún respiraba y la llevaron a los cuneros donde estuvo por un mes con cuidados intensivos y después falleció.

“Como mamá no hay ningún programa de apoyo, las enfermeras hacen lo que pueden desde su lado humano, pero estaba sola, había otras mamás con otros bebés que hicieron una comunidad increíble, ahí aprendí a lactar, pero en el hospital no me decían nada. Yo era una herramienta paliativa para mi hija, pero nadie venía a paliar lo que yo sentía”, dijo.

Aunque Lizbeth aún no se siente preparada para volver a ser mamá de nuevo, afirma que ha logrado entender lo que le pasó gracias a la psicoterapia y al acompañamiento con otras mamás que han vivido lo mismo que se reúnen en torno a ‘Duelo respetado’.

Por un trato digno y cálido

La organización ‘Duelo respetado’ impulsa la iniciativa de ‘Código mariposa’ para que todos los hospitales en México tengan un protocolo de atención médica respetuosa y digna además de un seguimiento psicológico para favorecer la recuperación emocional.

El Hospital Materno Infantil López Mateos, en Guadalajara, una institución pública, implementó este protocolo desde octubre de 2021 con una sala especial para las madres con duelo gestacional además de capacitación para el personal de salud que las atiende.

“Es un protocolo multidisciplinario en el que intervienen el área médica, de enfermería, de trabajo social y una psicóloga que está colaborando. Desde el ingreso de la paciente se detecta su situación para su manejo y atención especial. Se le brinda la seguridad y la calidez de la atención, se le trata con mucho respeto”, asegura el médico José Luis Flores, director del hospital. Añade que la intención es que organizaciones como “Duelo respetado” ayuden al seguimiento psicológico y que este protocolo sea adoptado por otros hospitales.