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El cirujano Pedro Cavadas observa la cara de Emmanuelle, el niño congoleño de 10 años al que ha extirpado un tumor cráneo facial no maligno.EFE

Cirujano extirpa a un niño de diez años un tumor más grande que su cabeza

La intervención a un niño congoleño de diez años supone uno de los mayores tumores que ha operado a un reconocido cirujano español.

El reconocido cirujano Pedro Cavadas ha extirpado a un niño africano de 10 años un tumor craneofaacil no maligno que formaba una masa más grande que su cabeza y que, de no ser intervenido, le habría causado "una muerte en muy malas condiciones y relativamente pronto".

Se trata de uno de los tumores "más grandes que hemos intervenido", ha asegurado en una entrevista con Efe el doctor español, quien ha señalado que el pequeño llegó a Valencia "malnutrido, muy débil y con un problema de coagulación no diagnosticado de origen que le hacía sangrar en cada cura".

El caso de Emmanuel, con un fibroma osificante gigante de base de cráneo, llegó a la Fundación Cavadas a través de una entidad que tiene una clínica en el Congo y no podía abordar una intervención tan compleja ya que el tumor, que seguía creciendo, le impedía ver y hablar.

"No tenía vida, ese niño habría durado dos telediarios, estaba condenado a una muerte en muy malas condiciones y relativamente pronto", ha señalado Cavadas, quien señala que ahora "debería hacer una vida completamente normal. Ahora, por lo menos, tiene cara".

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TAC con distintas imágenes del tumor.Fundación Cavadas

Emmanuel, que presenta buen aspecto aunque aún son patentes las secuelas de las intervenciones, ha asegurado a Efe que está bien y que tiene ganas de volver a su país, donde le esperan sus cinco hermanos.

Su padre, Jules Mbulá, ha explicado que Emmanuel lleva cinco años con el tumor y ha pasado por muchos hospitales sin encontrar una solución.

Tras estudiar durante cerca de dos semanas este "caso raro e infrecuente", ya que "no hay muchos tumores que lleguen a este tamaño", se planeó la cirugía y fue intervenido en dos ocasiones y con una diferencia entre ambas de ocho días, la última hace poco más de una semana. 

Durante la primera intervención, que duró cerca de diez horas, se le quitó todo el maxilar, la zona entre las órbitas oculares, el paladar y una parte del interior de la boca, que fue reconstruido tras extirpar el tumor.

La segunda cirugía, también de cerca de diez horas de duración, se centró en hacer la parte intracreaneal, para quitar la base anterior y media del cráneo y reconstruírselo con parte de sus propias costillas.

El cirujano ha valorado el trabajo de todo su equipo y ha relatado que el paciente "estaba muerto de miedo". "Era difícil de manejar y cualquier cura en la que le ibas a tocar era para él una tragedia. Poco a poco nos hemos ido haciendo amigos", ha concluido.