Un total de 64 congresistas y senadores australianos del partido gobernante y la oposición han firmado una carta en favor de la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, detenido en el Reino Unido a la espera de ser extraditado a Estados Unidos.

La carta ha sido coordinada por un grupo en favor de Assange en el Parlamento australiano y expresa el respaldo a una delegación de parlamentarios de ese país que viajará la semana próxima a Estados Unidos para interceder a favor de Assange, requerido por la divulgación de documentos confidenciales a esa nación norteamericana.

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"Junto con una gran y creciente parte de australianos, creemos que es un error en principio que se persiga a Assange bajo la Ley de Espionaje (1917) y que en primer lugar la decisión de iniciar la acusación fue por motivos políticos", dice la misiva.

Los parlamentarios afirman que "la persecución continuada de Assange erosiona la consideración y respeto con fundamentos substanciales que los australianos tienen por el sistema de justicia de los Estados Unidos de América" y que será un "escándalo" que sea extraditado al país norteamericano.

Los firmantes recuerdan las palabras del primer ministro australiano, Anthony Albanese, que el pasado mayo indicó en el Parlamento que "ya basta con el encarcelamiento de Julian Assange y nada se ha logrado con su encarcelamiento".

La carta hace referencia al apoyo del Gobierno y de la oposición australianos a la liberación de Assange y piden que el Departamento de Justicia de Estados Unidos cese las acciones judiciales contra el fundador de WikiLeaks.

El informático y activista australiano está acusado en EE.UU. por 18 delitos de espionaje e intrusión informática a raíz de que WikiLeaks expusiera presuntos crímenes de guerra de ese país en Irak y Afganistán, lo que acarrearía de ser hallado culpable una pena de hasta 175 años de prisión.

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El australiano lleva casi 13 años de cautiverio en el Reino Unido pese a no haber sido condenado por ningún delito, primero bajo arresto domiciliario a raíz de un proceso instigado por Suecia ya archivado y, entre 2012 y 2019, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.

Desde que la embajada de Ecuador le retiró el asilo político, el fundador de WikiLeaks está detenido en la prisión de alta seguridad de Berlmarsh (Reino Unido), donde lucha judicialmente para evitar su extradición.

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