Motorizados, al rescate de los olvidadizos y ocupados

Motorizados, al rescate de los olvidadizos y ocupados

Las mascotas también tienen un servicio especial y este caso es el de los taxis de puerta a puerta. Hay dos negocios en la ciudad que se han dedicado a llevarlos a las clínicas o a las peluquerías. Son Auto Pet y Taximascotas.

Los motorizados dedicados al servicio de mensajería han tomado nuevos rumbos. Y muchas veces las rutas han sido de lo más inesperadas. Como cuando a uno de ellos le tocó ir al rescate de un usuario al que se le había ponchado la llanta y debieron buscar una gata para llevársela. O como cuando otro fue al supermercado para conseguir el aguacate y la yuca que le faltaba a una de sus clientas para completar la comida.

Los administradores de Kanguro Xpress, que tiene apenas tres semanas en el mercado, han visto de todo en este breve lapso. Porque tuvieron incluso que ir a comprar una camiseta a una clienta que dio las indicaciones del modelo, la talla y el lugar de dónde la quería. Luego se la llevaron a su domicilio.

Y así también debieron buscar el tinte para el cabello de una usuaria.

Los mensajeros no son aquellos que llevan solo encomiendas. Están en una nueva era adaptándose a las necesidades de la gente, que muchas veces no tiene tiempo para hacer ciertas actividades.

Por eso, más de una vez van en su rescate. Porque no faltan los olvidadizos que dejaron las llaves o algún documento importante en casa. Ellos van y los recuperan. Lo hacen con alguno de los diez motorizados que tienen repartidos por la ciudad.

Fasterquil, que está en el negocio desde agosto pasado, dice que una de las mayores ventajas de estas empresas es que ofrecen llevar el producto al usuario en poco tiempo. “Desde el Centenario hasta Mall del Sol, por ejemplo, nos tardamos unos 15 minutos y esa carrera cuesta unos 2,50 dólares”, explica Guillermo Uribe, propietario del negocio.

Él inició el 2010 como mensajero en la que dice fue la primera empresa de este tipo en dar este servicio en Guayaquil. “En ese entonces era la única”, recuerda. Se llamaba Mensajería Express. Luego, cuando decidió poner su propio negocio, el año pasado, monitoreó el mercado y vio que había cinco emprendedores en este negocio. “Hoy ya son como 20”.

Y a él lo que más le ha tocado entregar son productos adelgazantes a domicilio.

Pero si hay algo que piden en todos los negocios es la comida. No faltan aquellos a los que les da un antojo o quieren algo para el almuerzo y los llaman para que vayan a su lugar favorito, le consigan el alimento y se lo lleven al trabajo.

Las opciones que dan a la gente son de todo tipo. Así que si quieren un tinte, los aderezos para su comida del día o algo que se le olvidó, ellos van en su rescate. Claro, debe pagar el traslado.