Críticas. Moreno reiteró su compromiso con el país y cuestionó la forma cómo se ha manejado la política.

Moreno y Glas miden fuerzas en Guayaquil

El presidente recibió el respaldo de la militancia de PAIS afuera del Gobierno Zonal. El vicepresidente lo buscó en la sede cantonal.

El presidente y el vicepresidente de la República estuvieron ayer en Guayaquil, cada uno por su lado, en una especie de medición de fuerzas de respaldo de la militancia de Alianza PAIS.

Jorge Glas midió el pulso de las bases en la sede del movimiento político en Guayaquil, en donde los asistentes no llegaron a los cuarenta. Solo dos asambleístas, Sofía Espín y Liuba Cuesta, lo acompañaron en el segundo día de vicepresidente sin funciones, porque el presidente Lenín Moreno se las quitó el jueves, al mediodía, con un decreto ejecutivo.

Glas se mostró sonriente y en todo momento se defendió de lo que él llama ataques, que lo tratan de vincular con supuestos hechos de corrupción que no tienen respaldo.

Lenín Moreno, por su parte, midió el apoyo de la militancia en la tarde, en un acto de masas en los exteriores del Gobierno Zonal, en el que el presidente de la Asamblea, José Serrano, le entregó un manifiesto de respaldo del bloque oficialista. Durante el evento también estuvo el asesor presidencial Ricardo Patiño.

En el evento de la mañana, en la 11 y la E, Lenín se mostró distendido y en su discurso de rigor no se refirió a su resquebrajada relación con el vicepresidente Jorge Glas, aunque deslizó críticas contra su antecesor, Rafael Correa, sin nombrarlo.

“El momento en que tenga necesidad de mentirles mejor me voy a la casa. Total, yo no busqué el puesto de presidente. Creánme, es difícil, es duro. Por eso nunca quise ser presidente. Yo no soy como otros que andan extrañando la presidencia”, ironizó.

Con bromas a ratos, Moreno se centró en resaltar los beneficios del plan Toda una vida y del compromiso adquirido con el país. Durante la alocución, al presidente de la Asamblea, José Serrano, ubicado en primera fila junto a otros ministros, no se lo veía cómodo. Con rostro adusto, pasó concentrado más en su teléfono móvil.

Moreno recordó a la militancia que durante tres meses se negó a ser el candidato a la Presidencia y, antes, ser el postulante a binomio de Correa.

“No me gusta la forma como se hace política en el país. Es sucia, es rastrera, es mentirosa”, lamentó, aunque invitó a los jóvenes a incursionar en ella “para adecentarla”.

Moreno entregó créditos en Guayaquil, acompañado de varios ministros

Puntual. El presidente Moreno subió a la 11:00 al estrado montado para el acto de entrega de 2.060 créditos a beneficiarios del bono de desarrollo humano. El mandatario respondió sonriente al saludo de una muchedumbre que gritaba “¡Esto no es pagado!” y “¡Lenín, amigo, el pueblo está contigo!”.

El evento, que se llevó a cabo, en las calles 11 y la E, en el sector de Cisne 2, fue presenciado por varias centenas de simpatizantes.

A Moreno lo acompañaron en la mesa directiva Iván Espinel, ministro de Inclusión Económica y Social; José Francisco Cevallos, gobernador del Guayas; el prefecto Jimmy Jairala y el presidente del directorio de BanEcuador, Rubén Flores.

Frente a ellos, en la primera fila de invitados estaban los ministros de Vivienda, María Alejandra Vicuña; de Obras Públicas, Paúl Granda; de Trabajo, Raúl Ledesma, y de Industrias, Eva García.

En el acto se hizo la entrega de $ 1’543.292,96 en créditos para emprendedores de los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón.

“Los pobres son importantísimos en el desarrollo de la patria y el devenir de la humanidad”, expresó Moreno, tras resaltar que el programa de créditos es parte del plan Toda una vida. Enfatizó que el proyecto también impulsará la inclusión de los pobres a la seguridad social, ya que, según dijo, “hoy apenas 3 millones de personas lo tienen”.

Antes de cerrar su discurso, que duró media hora, Moreno reafirmó que su único compromiso es con el país. “Es solo decirles la verdad. El momento que tenga necesidad de mentirles, mejor me voy a la casa”, subrayó.

Jorge Glas comenzará hoy en Manabí su recorrido en busca de respaldo

El vicepresidente Jorge Glas estuvo parte de la mañana y tarde de ayer en la sede del movimiento PAIS en Guayaquil, después de que el presidente Lenín Moreno le quitara todas sus funciones. En los exteriores se registraron conatos de incidentes entre los militares que lo apoyan a él y los que defienden la decisión de Lenín Moreno.

Una treintena de militantes estuvo desde temprano esperándolo en los exteriores de la central ubicada en Rumichaca y Padre Solano. Glas llegó manejando una camioneta blanca Chevrolet D-Max LS 4X4, sin placas, escoltada por una moto y una camioneta con agentes de la Comisión de Tránsito del Ecuador y tres carros más de seguridad. Minutos después de su arribo llegaron cinco militares y una similar cantidad de policías que se quedaron en el exterior de la central.

Cobijado por la militancia que llegó a respaldarlo dijo que no tiene pensado desafiliarse de PAIS. Rechazó la publicación del diario O Globo de Brasil, que reveló una supuesta coima de 14 millones de dólares a su favor entregada por Odebrecht. “Es la noticia refrita de la misma grabación que publicaron entre las mismas dos personas (el excontralor Carlos Pólit y José Conceição, delator de Odebrecht) hablan de un tercero. No tengo un centavo mal habido en mi patrimonio”, replicó.

Dijo que conoce que a él también lo han grabado, aunque precisó no tener la grabación. “Estamos hablando de espionaje político”.

Después subió y salió al balcón, acompañado con las legisladoras Sofía Espín y Liuba Cuesta, para dirigirse a sus seguidores en la calle. A ellos les contó que hoy iniciará el recorrido que prometió por el país. Empezará en Manabí.