Molestias. Los presidentes de las urbanizaciones de la vía a la costa piden soluciones inmediatas en el sector.

Moradores: “Los de via a la costa tambien somos parte de Guayaquil”

Los presidentes de varias urbanizaciones del sector reclaman atención del Municipio. Piden que se definan las competencias y más obras para la zona.

Tienen los mismos problemas de siempre, pero luego de algunos años de molestias, quejas y solicitudes no han recibido soluciones definitivas ni efectivas.

Durante este año, el Cabildo anunció la ejecución de varias obras que conectan a la urbe con Samborondón y Daule, como nuevos puentes o la aerovía, lo que a su vez provoca un gran desarrollo comercial, pero al otro lado de la ciudad el panorama es distinto.

Los habitantes de las urbanizaciones que están ubicadas en la vía a la costa se sienten olvidados y reclaman atención del Municipio y de otros organismos que dicen tener competencias en la vía, como el Ministerio de Obras Públicas, de Ambiente, la Prefectura y la Comisión de Tránsito del Ecuador.

“Necesitamos saber quién es responsable de qué cosa. No es posible que ante un problema debamos acudir a instituciones diferentes y no solo a las municipales”, precisa Carlos Freire, presidente de Torres del Salado. Los inconvenientes se intensifican, dice, cuando ninguna de ellas se hace responsable.

Carlos Pástenes, administrador de Vía al Sol, reitera que definitivamente el problema pasa por una confusión de responsabilidades. “Obras Públicas es el que dice estar encargado de la vía a la costa. De hecho, ellos ampliaron el carril de servicio e hicieron el paso peatonal”, información que fue confirmada por la vicealcaldesa Doménica Tabacchi, en un reportaje publicado por EXPRESO el pasado 2 de diciembre.

“Cuando vamos a pedirles mejoras en la vía (al Municipio) nos dicen que no tienen jurisdicción, a pesar de que los de la vía a la costa también somos parte de Guayaquil”, insiste el administrador.

Jorge Rodríguez, vocero municipal, cree que la confusión de los moradores se debe a que no ha existido ninguna reunión formal entre los presidentes de las urbanizaciones y el Cabildo para socializar las obras que se han planificado para el sector. Y menciona que el Municipio tiene la competencia de la vía.

“Lo único que hizo Obras Públicas fue la vía interna. Ellos quisieron asumir esa obra y se les dio luz verde..., pero es el Municipio el que tiene que desarrollar y tenemos algunos planes”, explica.

Esa opinión también es compartida por Guillermo Ayala, presidente de Puerto Seymour, quien dice que es vital que el Cabildo y ellos, que están por crear una federación de ciudadelas, tengan una mejor comunicación. “Somos nosotros los que sabemos qué es lo que sucede aquí y deben contar con nuestro criterio”.

Uno de los problemas más urgentes que necesitan solucionar es el intenso tráfico que se genera en la zona. La mayoría coincide en que las obras para evitar el congestionamiento de las vías, como la construcción de salidas alternas o puentes, y el mantenimiento de ellas se han priorizado para la vía Samborondón, cuando ni siquiera es parte de la ciudad.

“Hay un contraste muy notorio en la salida de Guayaquil cuando uno toma el puente de la Unidad Nacional, que cuando uno toma la vía a la costa. Allá está todo impecable, y acá, en cambio, luce descuidado”, precisa Guillermo Ayala.

“Si hay un accidente no tenemos para dónde desfogar el tráfico. Además, el parterre central está lleno de maleza, incluso hay un señor que vive ahí. Nosotros nos sentimos abandonados, pues no hay trabajo municipal en el sector”, dice Ximena Pástor, de Vía al Sol. Los moradores estiman que pueden demorarse al menos 30 minutos en salir del tráfico.

Álvaro Cruz, de Belohorizonte, cree también que la vía debe ser considerada como urbana para que puedan instalarse semáforos y los carros acostumbren a reducir la velocidad.

Al problema del tránsito se suma la falta de veredas, el mantenimiento de la vía, la existencia de terrenos baldíos llenos de materiales de construcción y, por supuesto, el problema del control de las canteras que ha sido abordado en varias ocasiones por este Diario.

Pástenes cree que las autoridades no tienen un estudio de planificación urbana a futuro, pues “si ahora es un caos que no se ha podido controlar, cuando se pueble totalmente vamos a colapsar”.

Vías alternas y una terminal

El 2018 será, según Jorge Rodríguez, vocero municipal, el año en el que se ejecutarán nuevas obras en el sector.

Anticipa a EXPRESO que existe el borrador de una ordenanza con la que se espera crear al menos dos ingresos a la vía a la costa, a la altura del kilómetro 15, y que serán desarrolladas por los promotores inmobiliarios.

El borrador está en revisión jurídica y en un par de semanas está previsto que se discuta en el Concejo Cantonal. Las vías saldrían a la altura de la Rodríguez Bonín y a la Perimetral.

Otra obra es la construcción de una terminal. Rodríguez menciona que la Dirección de Urbanismo y Ordenamiento Territorial entregará esta semana un estudio a la Fundación Terminal Terrestre y a la Agencia de Tránsito Municipal, en donde se especifican los puntos de construcción.

La idea es que, en alianza con empresas privadas, se construya un centro comercial y una terminal. Ya habría dos grupos interesados en el proyecto y estaría listo a finales de 2018.

Socialización

El urbanista Carlos Jiménez explica que es indispensable que exista socialización del plan de ordenamiento territorial para que las personas sepan qué esperar de las autoridades. Además, cree que los problemas de La Puntilla, como la falta de espacios públicos, se han replicado en la vía a la costa.

La Academia

El experto también menciona que el Cabildo debería impulsar la idea de que las facultades de Arquitectura empiecen a generar proyectos para solucionar los problemas de planificación urbana que tienen varios sectores, con miras a la unión de los cantones que forman al Gran Guayaquil.