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Los modelos del banano

Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

En la última reunión del Grupo Diálogo Rural, su director para Ecuador, Ney Barrionuevo, señaló como uno de los mayores problemas del agro al deterioro de los suelos. Y en las fincas María María (Valencia) y Santa Bárbara 1 (Buena Fe, Los Ríos) tienen la receta para devolverle lo que años de explotación le han quitado a la tierra: lombrices, microorganismos y fitohormonas, todo un complejo natural que trabaja para ella.

Son 3.606 y 3.400 cajas que se hacen en esas fincas, en promedio por hectárea/año. El promedio nacional es de 1.684, si se dividen los 320 millones de cajas exportadas el 2015 por las 190.000 hectáreas registradas por el Ministerio de Agricultura.

Alonso Vindas, un costarricense que representa la firma francesa Fruitiére y que coincidió con EXPRESO en la hacienda Santa Bárbara 1, asegura que esos niveles de productividad no son vistos en Costa Rica.

“Con dosis menos de fertilizante hemos logrado productividad en volumen de fruta; bajamos fertilización entre un 10 y 30 % y aún así las producciones han aumentado entre un 5 y 10 %. Es un trabajo técnico. Potencializamos la absorción de los minerales mejorando la calidad de los suelos”, acota Julio Bravo, gerente de Agrimen y asesor en el uso de productos orgánicos.

La fertilización suele ser para la planta, no para el suelo, que debe seguir dando nutrientes. Un cultivo de banano extrae de 800 a 1.000 kilos de potasio por hectárea al año y el agricultor provee 300 o 400 en el mejor de los casos, el resto lo saca del suelo. La función de los bioles es descomponer más rápido la materia (tallos, hojas y otros) para enriquecer el suelo.

En María María, su gerente, Jorge Quintana, concuerda: Hemos bajado la carga mineral y hemos ido equilibrando el resto de recursos; ahora manejamos un poco más de microorganismos, materia orgánica; al suelo le intentamos dar un equilibrio que permita que esos minerales sean aprovechados por la planta.

Y la receta para los males sale de la propia naturaleza, acota Víctor Haón, creador en Quevedo de ese tipo de bioles. “Se trata de un lixiviado de humus de lombriz, acomplejado con minerales de forma orgánica, más microorganismos y fitohormonas”.

Hacienda María María

“El suelo y la gente, la clave”

“No solo hemos incorporado materia orgánica, cargas microbianas y biológicas, las mismas labores culturales se han rediseñado para favorecer las condiciones del suelo. Acompañadas con una cultura de trabajo diferente: se cambiaron estándares de valoración de esfuerzo de la gente. Todo lo que sale del banano va al campo, se descompone en el suelo.

Hace cuatro años aplicaba 46 sacos de fertilizante por ha, ahora estoy en 38 a nivel general y hay un lote que tiene 3 años con 30 sacos y los niveles de fertilidad y elementos en las plantas, hojas y suelo están bastante equilibrados. Redujimos la carga química”.

Agrimen

“Se fortalece a las plantas”

“En cultivos como banano, que tiene mucha materia fresca (renovación permanente de hojas y tallos), necesitamos incorporarla al suelo acelerando el proceso de descomposición de una forma más barata. Los microorganismos aceleran la descomposición de esa materia y controlan plagas como nematodos e insectos; otros trabajan en el control del picudo negro, las micorrizas (hongos) se adhieren a las raíces y hacen una simbiosis entre la planta y el hongo para que puedan tener mayor capacidad de extracción de nutrientes del suelo: agranda su masa muscular; las fitohormonas hacen que la planta supere el estrés”.

Grupo Mendoza

“La meta es 3.800 cajas”

“Trabajamos (en las haciendas del grupo) en todas la labores, nutrición, fumigación; cogimos de cero esta hacienda: hicimos canales, pasamos rastra y sembramos.

La productividad en el primer año comenzó con lo que nadie logra por esa zona: 3.400 cajas por hectárea y si no pasa nada llegamos como mínimo a 3.800. El producto (lixiviado de lombriz) ha contribuido en todo. Este es un proceso, porque venimos con suelos desgastados y los bioles le dan vida al suelo. Tenemos 10 haciendas y hemos subido en 300 cajas en varias fincas, por cada año, para esta zona con este manejo es ideal”.