Este estilo bohemio se complementa con una trenza de espiga y un delicado aplique.

Aqui, la moda nupcial es clasica

La bridal Week de Nueva York es una de las referencias obligadas para las futuras novias. Los vestidos que desfilan durante estos días, que pertenecen a las más exclusivas colecciones, dan la pauta de lo que se usará el próximo año.

La bridal Week de Nueva York es una de las referencias obligadas para las futuras novias. Los vestidos que desfilan durante estos días, que pertenecen a las más exclusivas colecciones, dan la pauta de lo que se usará el próximo año. Y sin lugar a dudas nuestras novias no se quieren quedar atrás en cuanto a tendencias, aunque según los expertos María del Mar Stagg y Wei Ling “las novias locales no son tan atrevidas, se inclinan siempre por el clásico vestido, solo que con ciertas modificaciones para personalizarlo”. He aquí las tendencias ‘bridal’ de la temporada, que la ayudarán a elegir su estilo si está organizando uno de los días más importantes de su vida:

Los diseños abiertos son un básico del look de boda. Sin embargo, ahora los hemos visto con un aire mucho más sexy y romántico. Los escotes se llevan desde el clásico corazón y strapless hasta los más arriesgados. Válgase de ellos para alargar su cuello y dar la ilusión de un porte de modelo, recomienda el asesor Wei Ling.

Romance atemporal

Para la siguiente primavera, las novias se aferran al romanticismo y derrochan femineidad a través de detalles de encaje, tul y pedrería.

Si se quiere transformar en una novia inolvidable, esta tendencia nupcial es la perfecta, ya sea con una ligera capa a manera de transparencia o con un diseño mucho más uniforme como los de Naeem Khan. Aunque también puede optar por un estilo más bohemio como el que luce la modelo, cuyas capas de encaje en cascada nos trasladan a otra época.

Novia princesa

¿Quién no querría sentirse como una princesa en ese gran día de su vida? Las capas de tul al por mayor y los bordados son un ‘must’ en este tipo de vestidos. Además, es posible jugar con apliques de encaje, transparencias, moños y lazos para distinguirlo. O lo puede lucir completamente, como una novia estilo Jackie O. Es ideal para bodas de noche o muy elegantes, según las recomendaciones de Stagg.

Vestidos camiseros

Es un estilo para audaces y para novias que saben lucir con garbo y elegancia toda prenda. Imagínese caminando al altar muy a lo Carolina Herrera, casi imitando los atuendos de gala de famosas princesas de cuento.

Para las que no lo visualizan aún, los vestidos camiseros son aquellos cuya parte superior está compuesta por una camisa con o sin mangas, pero la mayor parte de las veces con cuello y pequeños botones, siempre en tejidos casi transparentes y etéreos.

Según María del Mar, brand manager de D’ Novias, los vestidos de este tipo no son muy solicitados en nuestro país. “Si yo traigo vestidos así, lo más seguro es que se queden en percha, pues las novias aquí le temen a lo nuevo. Se casan casi uniformadas. Pienso que deberían ser más audaces a la hora de buscar un vestido para su gran día”, alega.

Velos y accesorios de colores

Caminar al compás de la marcha nupcial con un velo color rosa o verde agua ya no es una idea loca, es una tendencia que en Europa se empieza a usar. Y no solo se trata de teñir delicadamente esa etérea capa de tul, pues en los zapatos y peinetas también se puede romper con el blanco total, explica Wei.

Pero en cuanto al color del vestido, este asesor explica que la tendencia no es tan audaz. El ivory que ha reinado en las pasarelas ‘bridal’ en los últimos años sigue a la cabeza, pero también el tono champán y el blanco hueso se usarán mucho, sobre todo en novias que buscan algo más informal y en el caso de segundas nupcias o en recepciones de ceremonias civiles.

Vestido color champán

En corte sirena y escote corazón bordado, de la casa D’ Novias. Diseño ideal para estilizar la silueta de las novias.

El estilo del peinado

Al igual que el maquillaje, el peinado para el gran día se ha vuelto más audaz. “Un peinado despeinado” es lo que se usa hoy, explica Nery Abad, quien advierte que el clásico peinado sin volumen con la corona está ‘out’. Puede usar una trenza, un delicado recogido a un lado respetando la forma del vestido y complementarlo con un detalle lleno de color, detalla la estilista.

¿Maquillaje: tradicional o audaz?

Annabelle Saavedra de Glam by Ann menciona que el clásico maquillaje sobrio nunca pasará de moda, pero sostiene que la tendencia actual para maquillaje nupcial “ha subido tono” en la última temporada y los labios rojos, un delineado bien marcado y unas cejas definidas son lo ‘in’. “Hay que considerar la hora, el tono de piel y las facciones, aunque si es una novia más audaz el maquillaje puede impactar mucho, sin robarle protagonismo al vestido, pero con la personalidad de quien lo luce”, explica la asesora.

La fotografía nupcial es ahora espontánea

Antes incluía muchos retratos protocolarios y sociales, todo era bastante posado. Pero hoy la gente busca algo más. Adriana Lofredo y su pareja Christian Brückmann lo saben bien. “Los novios de hoy quieren fotografías espontáneas que los transporten a ese día mágico y no fotos de todos sus invitados en sus mejores poses”. Ellos llevan casi dos años dedicados a la fotografía de matrimonios y podríamos decir que están revolucionando lo que normalmente se conoce como ‘la sesión de los novios’.

“Creo que lo que todas las novias quieren en la sesión de fotos es mostrar su vestido y verse regias, pero sobre todo que haya un registro del inicio de esta nueva etapa de sus vidas. Es una especie de celebración que quieren inmortalizar en fotos de forma más planificada y relajada, sin apuros”, señala Adriana.

Entre sus recomendaciones está siempre hacerlas al aire libre, de preferencia en medio de mucha naturaleza, pues así hay un contraste con la blancura y elegancia del vestido y las fotos se diferenciarán de las de la fiesta.

Además, las novias ahora buscan eso, que sus fotografías no se vean tan posadas, que sean más naturales y que demuestren más sentimiento. Por eso los fotógrafos dicen: “Tratamos de captar los momentos en medio de momentos, es decir que la indicación para la foto por parte nuestra puede ser ‘pónganse a bailar’ y la foto que hacemos no es del baile, sino de su reacción y las miradas que se lanzan. Siempre suelen ser risas y un lenguaje no verbal bastante íntimo”.

Las sesiones de novios que trabaja esta pareja se llaman ‘trash the dress’, que significa algo así como ‘destruye el vestido’. Ellos les piden que no laven el vestido después de la fiesta para poder meterse en medio de la maleza, sentarse en la tierra, o hasta meterse en el mar para la foto. Y según ellos, hay muchos novios aventureros que lo hacen sin pensarlo dos veces. Las imágenes quedan espectaculares y el vestido, como nuevo después de una buena lavada.

En cuanto a recomendaciones para el gran día, Adriana indica que, como fotógrafos, son amantes de la luz natural y sueñan con bodas en el día, como se hace en Quito y en otros países, porque no hay nada más bonito y sentador que la luz y las sombras que produce el sol. Otro consejo de esta pareja de expertos es evitar luces verdes, fucsias o azules en la recepción, porque las fotos salen de esos colores y no hay cómo arreglarlas.