Eucaristía. Monseñor Luis Cabrera, durante una misa que ofició ayer en el auditorio de Diario EXPRESO.

La mision de una portadora de noticias, Maria Magdalena

El 22 de julio, la Iglesia recuerda a María Magdalena. El 25 de julio, EXPRESO celebra su fecha de fundación. Ayer, ambos hechos se unificaron en el mensaje del arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, durante una misa que ofició en este Diario.

El 22 de julio, la Iglesia recuerda a María Magdalena. El 25 de julio, EXPRESO celebra su fecha de fundación. Ayer, ambos hechos se unificaron en el mensaje del arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, durante una misa que ofició en este Diario.

La máxima autoridad eclesial de la ciudad aceptó una invitación de este Diario para dirigir una misa de acción de gracias por su nuevo aniversario.

La liturgia se desarrolló en el auditorio, con la asistencia de todo el personal de Gráficos Nacionales, la empresa editora de EXPRESO y EXTRA.

Previamente, el doctor Galo Martínez Leisker, director de este matutino, dio la bienvenida al prelado y le agradeció su presencia en una fecha tan importante para todos quienes son parte de la entidad.

A su vez, monseñor Cabrera expresó su gratitud a este Diario, no solo por la apertura que le brindó desde que fue designado como autoridad de la Iglesia guayaquileña (EXPRESO cubrió el proceso del relevo de arzobispos y lo entrevistó); sino también por la información “clara y oportuna” que le brinda cada día a la comunidad.

Ya durante la eucaristía, y tras la lectura del Evangelio, que se refería al pasaje en que María Magdalena va a buscar a Jesús en la tumba, pero encuentra que este ha resucitado, Cabrera explicó que, por deseo del papa Francisco, el 22 de julio está consagrado a esta importante figura femenina.

Y destacó cómo ella pasó de la tristeza de pensar que estaba muerto; a la alegría de hallarlo resucitado; y, finalmente, a tener una misión, la de informar que él estaba vivo. Y, en ese sentido, la de ser portadora de una trascendental noticia.

“Ve y difunde”. Esas fueron las palabras con las que Jesús resucitado encomendó a María Magdalena dar a conocer la buena nueva, señaló Cabrera.

Durante 45 minutos, en forma intermitente, monseñor Cabrera estableció una relación entre aquello que Jesús pidió a Magdalena (anunciar que Cristo resucitó) y lo que la gente espera del periodista. Porque, al igual que la santa, explicó, la misión del comunicador es dar a conocer noticias, pero siempre con “libertad y honestidad”.

Habló también de la importancia del encuentro personal con Jesús, que se vive porque “ Él nos llama a cada uno por nuestro nombre, nunca en forma general”, así como de la importancia del papel femenino tanto en la vida eclesial, no siempre bien entendido, como en la empresarial. “Veo aquí a muchas mujeres, y eso me agrada”, dijo.

Antes de la bendición final, auguró que la empresa continúe en el servicio a la comunidad y agradeció a los presentes por “ponerle rostro a las cosas, al trajín” y por “cumplir tan bien esa misión de contar lo que ocurre”. Es decir, por ser portadores de noticias.

El 22 de julio, la Iglesia recuerda a María Magdalena. El 25 de julio, EXPRESO celebra su fecha de fundación. Ayer, ambos hechos se unificaron en el mensaje del arzobispo de Guayaquil, monseñor Luis Cabrera, durante una misa que ofició en este Diario.

La máxima autoridad eclesial de la ciudad aceptó una invitación de este Diario para dirigir una misa de acción de gracias por su nuevo aniversario.

La liturgia se desarrolló en el auditorio, con la asistencia de todo el personal de Gráficos Nacionales, la empresa editora de EXPRESO y EXTRA.

Previamente, el doctor Galo Martínez Leisker, director de este matutino, dio la bienvenida al prelado y le agradeció su presencia en una fecha tan importante para todos quienes son parte de la entidad.

A su vez, monseñor Cabrera expresó su gratitud a este Diario, no solo por la apertura que le brindó desde que fue designado como autoridad de la Iglesia guayaquileña (EXPRESO cubrió el proceso del relevo de arzobispos y lo entrevistó); sino también por la información “clara y oportuna” que le brinda cada día a la comunidad.

Ya durante la eucaristía, y tras la lectura del Evangelio, que se refería al pasaje en que María Magdalena va a buscar a Jesús en la tumba, pero encuentra que este ha resucitado, Cabrera explicó que, por deseo del papa Francisco, el 22 de julio está consagrado a esta importante figura femenina.

Y destacó cómo ella pasó de la tristeza de pensar que estaba muerto; a la alegría de hallarlo resucitado; y, finalmente, a tener una misión, la de informar que él estaba vivo. Y, en ese sentido, la de ser portadora de una trascendental noticia.

“Ve y difunde”. Esas fueron las palabras con las que Jesús resucitado encomendó a María Magdalena dar a conocer la buena nueva, señaló Cabrera.

Durante 45 minutos, en forma intermitente, monseñor Cabrera estableció una relación entre aquello que Jesús pidió a Magdalena (anunciar que Cristo resucitó) y lo que la gente espera del periodista. Porque, al igual que la santa, explicó, la misión del comunicador es dar a conocer noticias, pero siempre con “libertad y honestidad”.

Habló también de la importancia del encuentro personal con Jesús, que se vive porque “ Él nos llama a cada uno por nuestro nombre, nunca en forma general”, así como de la importancia del papel femenino tanto en la vida eclesial, no siempre bien entendido, como en la empresarial. “Veo aquí a muchas mujeres, y eso me agrada”, dijo.

Antes de la bendición final, auguró que la empresa continúe en el servicio a la comunidad y agradeció a los presentes por “ponerle rostro a las cosas, al trajín” y por “cumplir tan bien esa misión de contar lo que ocurre”. Es decir, por ser portadores de noticias.