Los Miserables

La obra maestra de Víctor Hugo trata de la condición humana. Fue inspirada por escenas cotidianas de la Francia de inicios del siglo XIX.

Su protagonista, el insigne Jean Valjean, es basado en un personaje de la vida real, Claude Vidocq, amigo del autor, cuya vida le dio al maestro la pauta de la historia.

Valjean es el héroe que crece en prisión por haber robado una hogaza de pan para alimentar a su hermana y es sentenciado a 19 años de trabajos forzados. Es el hombre que por su talento emerge de la condición de ladronzuelo para, inspirado por la memoria de una acción amiga, prosperar y ser admirado por sus semejantes; salvar vidas; y demostrar su entereza e integridad. Es víctima de la implacable persecución del antihéroe, el inspector Javert, y debe volver a prisión pero escapa sin dejar rastro alguno.

Su vida transcurre en sucesivos episodios de tragedia, explotación, abusos a menores, rebeliones contra la tiranía y la represión armada.

El héroe falla en salvar de morir a una madre soltera, Fantine, reducida a la prostitución, el hambre y la miseria; pero cumple con la promesa de rescatar a su hija, la pequeña Cosette, quien se convierte en la razón de vivir de este hombre hoy maduro y formado en la adversidad, y rescatado por la caridad.

Cosette es cuidada como una hija mientras continúan las persecuciones, huidas, chantajes, traiciones y sobresaltos. Florece el amor de ella con Marius en medio de la rebelión de los jóvenes que no aceptan ser atropellados por la represión de un gobierno de tiranos y asesinos, y arman una barricada de resistencia.

Hay caracteres deleznables como los Thenardier, la pareja de maleantes que mantuvo a Cosette como esclava: son vulgares chantajistas, ladrones, mentirosos, hipócritas y oportunistas dedicados a la explotación del ser humano.

Javert es un sociópata cuya razón de ser es velar por el cumplimiento estricto de la ley. Considera que el deber del Estado es perseguir y castigar inmisericordemente, porque las penas extremas mantienen el orden público.

Como preludio al desenlace final, condenado a muerte por el líder de la barricada al ser descubierto como espía, su vida le es perdonada por el propio Valjean, quien se ha ofrecido para ejecutarlo.

Luego de la derrota de los revoltosos, los dos únicos sobrevivientes, Valjean y un malherido Marius, escapan a través de las cloacas solo para volverse a encontrar con Javert. Valjean accede a entregarse, pero le pide a Javert que le permita llevar a Marius para que sea atendido por su familia y poder él despedirse de Cosette. El inspector accede, pero presa de su tormento y torturado por la compasión mostrada por el hombre a quien persiguió toda su vida, decide suicidarse lanzándose a las aguas del Sena.

Los Miserables, debo concluir, es una historia de redención que recorre el entreverado y paradójico camino de la condición humana.

Cierra con la visita de los nuevos desposados, Cosette y Marius, a la tumba de su benefactor: quien les dio seguridad, protección, e independencia, y resistió con entereza todos los embates que debió afrontar.

La obra es universal, y con su presencia y actualidad permanente enriquece las letras de todos los tiempos.

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