Situación. La vía a Naranjito consta de dos carriles, uno de ida y otro de retorno, por los que circulan buses, camiones y vehículos particulares.

Milagro se extiende por una via angosta

La similitud con La Puntilla, La Aurora y la vía a la costa es que en todas estas existe una carretera estatal a cuyos costados la densidad poblacional crece.

Le ocurrió a Guayaquil con Samborondón, Daule y la vía a la costa. Sus habitantes empezaron a trasladarse a ciudadelas cerradas, como parte de un fenómeno que generó las urbanizaciones amuralladas, con la finalidad de encontrar confort y seguridad, lejos del centro. Y Milagro no es la excepción.

A diferencia de la Perla del Pacífico, en Milagro la ruta de crecimiento urbano es hacia el sureste, en la vía a Naranjito. La similitud con La Puntilla, La Aurora y la vía a la costa es que en todas estas existe una carretera estatal a cuyos costados la densidad poblacional crece. Y con ello disminuye su capacidad de recibir el tránsito, con el consecuente congestionamiento vehicular.

Pero la vía a Naranjito no es como la Samborondón, que por ejemplo tiene cinco carriles de ambos lados. Esta cuenta con solo dos, uno de ida y otro de retorno. Y es allí donde se asientan proyectos de viviendas, sumados a los existentes: Ipanema, Garabatos, Milagro (Centrópolis), Albricias.

Es un camino que conecta a la ciudad con otros cantones del Guayas, e incluso es la ruta que se toma para ir a la Sierra, dice Gustavo Cobos, conductor de un bus intercantonal, que además reside en el sector Banco de Arena, en el km 4 de esta vía. Al soportar ese tipo de tráfico, la vía se torna peligrosa. En el sitio maniobran también camiones, además de los vehículos particulares, lo que hace que por tramos y por horarios el tráfico se atasque.

Roxana Sanmartín da fe de eso. Ella vive en el sector (en el km 4,5) hace más de 30 años y cada mañana lleva a su hijo a una escuela ubicada en el centro de la urbe. “La primera cola que se forma es a la altura de la Academia Naval. La segunda, por la Garabatos. Y la tercera por el Otto Arosemena”. Todos esos son centros educativos.

De ahí, la preocupación de que el sector empiece a poblarse con urbanizaciones, como sucede en La Aurora, La Puntilla y la vía a la costa. Con similares problemas, tanto de circulación como de servicios.

Son al menos cuatro los proyectos urbanísticos que al momento se desarrollan en la vía: Sneim, Palacio Real, Campo Abierto y El Portón, con un promedio de 250 viviendas cada uno.

Ese temor es infundado, dicen los funcionarios municipales, reconociendo que el lugar es el preferido para los nuevos asentamientos por su característica de no inundable.

José López Ortiz, director de Planificación Estratégica y Ordenamiento Territorial del GAD municipal de Milagro, explica a EXPRESO que ese departamento trabaja en la elaboración de un plan de ordenamiento para evitar complicaciones.

Menciona por ejemplo que en el sector se establecen polígonos viales que indican hacia dónde pueden abrirse caminos para desfogar el tránsito. Además de que la vía a Naranjito tiene una arteria paralela que va junto a las líneas del ferrocarril. “Por allí podrían circular los vehículos cuando se requiera desfogar el tránsito en la carretera principal”, asegura.

La situación en servicios básicos tampoco debe ser motivo de preocupación, asegura Freddy Viera Pico, director de Urbanismo, Arquitectura y Construcción del Municipio, pues cada proyecto urbanístico que se desarrolle en Milagro debe contar con sus propias redes de servicios, como el alcantarillado, el cual debe incluir una planta de tratamiento.

Además, indica William Menéndez, director de Proyectos de Servicios Básicos, este sector está contemplado en la fase 6 del alcantarillado sanitario. Las dos primeras están al 100 %.

Hay otros polos en el norte y un proyecto municipal que se ubicará en la vía al km 26, informó el Municipio.