Los menores ingresos presionaron un ajuste

Los menores ingresos presionaron un ajuste

Expectativa. El frente económico actualiza la situación y ahora se estima que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2016 será de un 0,4 %.

Como adelantó Diario EXPRESO, ya mismo acaba febrero y en estos dos meses, se ha dibujado una nueva caída de los ingresos, tanto por impuestos como por las ventas de petróleo, dos fuentes naturales que alimentan al Presupuesto General del Estado (PGE).

Solo en enero las recaudaciones tributarias se desinflaron en un 20 % y los ingresos petroleros en un 12 %, en relación a igual mes del año pasado. Eso lleva al Gobierno no solo a reconocer la situación, sino a anunciar otra vez un nuevo ajuste de tuercas. Vendrán nuevos recortes de los gastos corrientes y de inversión.

Esto ocurre, porque hubo una sobreestimación de los flujos, tanto de los tributarios como de los no tributarios (petróleo), dijo Xavier Andrade, subdirector del Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP). “Se aprobó un presupuesto de 15.500 millones de dólares por impuestos, sabiendo que la economía estaba cayendo y las empresas vendiendo menos y que, cuando eso ocurre, se recauda menos”. Eso sin contar que en el 2015 hubo salvaguardias y la ley de remisión.

Según Andrade, la brecha fiscal se amplió aún más, “porque el precio del barril, que se sobredimensionó en 35 dólares, está por debajo de ese valor, al punto que no solo que no se recuperan los costos de producción sino que salimos en contra”. El presidente Rafael Correa reconoció que si antes recibían unos 3.000 millones anuales de Petroecuador, por el neto de la venta de crudo, lo que nutría al PGE, ahora les toca al revés: sacar del presupuesto para pagar a las petroleras. Solo el año pasado ese costo fue de 1.600 millones de dólares.

De hecho, ayer anunció que se ajustó a 25 dólares el precio del petróleo en el PGE, cuyo tamaño asciende a 29.835 millones (y puede recortarse hasta en un 15 %). El ministro de Política Económica, Patricio Rivera, dijo el lunes que “hay que esforzarse más en términos de buscar márgenes de priorización y de gasto público”. Rivera especificó incluso reducir el gasto corriente. “Los ajustes se publicarán en los próximos días”. El ministro dijo que también se estudian medidas para atender al sector externo de la economía, agobiado por la coyuntura de la caída de los precios del crudo y de la apreciación del dólar, que siguen afectando el ingreso de divisas, vía exportaciones, una alerta para esta economía dolarizada.

La culpa, para muchos, sigue siendo del petróleo. Según Petroecuador, la cotización del WTI, al 23 de febrero, estaba por los 31,87 dólares; pero Ecuador cuenta con precios teóricos de 21,03 dólares por el Oriente y por el Napo, de 17,35 dólares. Claro, lo facturado estuvo por encima con 22,65 y 19,90 respectivamente. Sin embargo, si se consiguiera deuda barata, las olas podrían surfearse, asumiendo que el Gobierno, como lo ha anunciado, también ponga de su parte: “que reperfile el gasto corriente, tanto en bienes y servicios como en sueldos, y en subsidios, que se revise la eficiencia de esos gastos”, indicó Andrade. Según el Ministerio de Finanzas, el pago a Oxy, por unos 970 millones, eleva el déficit presupuestario que, al inicio de este año, bordeaba los $ 2.500 millones.

Así, como van las cosas, “la expectativa es que el año 2016 sea de actividad moderada como fue el 2015, de un crecimiento quizá relativamente similar (...) hablamos de una tasa de aproximadamente un 0,4 %”, dijo el presidente del Banco Central, Diego Martínez. La meta inicial era que Ecuador se expandiera al 1 %, pero el Banco Mundial auguraba un decrecimiento de -2 %.