Helguero 3D, Innova 3D y Studio 3D, son algunas de las empresas locales que llevan esta tecnología a la salud.

Medicina en el campo de la impresion 3D

En Ecuador, aunque es reciente, universidades y empresas privadas ya apuestan por este campo. Entre los beneficiados están un hombre que se quedó sin su mano derecha.

De todas las aplicaciones que les podemos encontrar a la impresora 3D, sin duda la médica es la que más sorprende. Sin embargo, aunque esta tecnología se está convirtiendo en un tema cotidiano, y especialistas de todo el mundo vigilan de cerca su evolución, Ecuador aún da pasos pequeños para explotar su tremendo potencial. Pero los da.

En Guayaquil, por ejemplo, Innova 3D ya fabrica prótesis estéticas, imprime biomodelos orientados a la práctica preoperatoria o con fines didácticos e investiga en el campo de los biomateriales. Helguero 3D, con su división PrintMed y Studio 3D, no se queda atrás. Tampoco la Espol, la cual busca un material resistente que pueda suplir a los huesos.

Mientras tanto, en Estados Unidos y España, esta tecnología avanza más rápido. Se imprimen estructuras óseas complejas, audífonos, pastillas, implantes y, lo más importante, se trabaja en el diseño de órganos funcionales que se puedan implantar en el cuerpo humano.

Tal como lo lee: órganos. Un primer paso lo dio la Universidad de Connecticut con el primer riñón artificial capaz de filtrar las toxinas de la sangre. En un futuro esta tecnología podría librarnos de las diálisis y dar solución a las largas listas de espera de trasplantes.

Y es que estas máquinas, en donde un objeto tridimensional es creado mediante la superposición de capas sucesivas de material, prometen revolucionar por completo el área y salvar cientos de vidas.

Gabriel Helguero, fundador de Helguero 3D y profesor de la Espol, con un doctorado en ingeniería mecánica (especialidad bioingeniería) en la universidad Stony Brook y una investigación encaminada a integrar la impresión 3D al quirófano desde dos aspectos: como herramienta para cirugías y como estructura base de implantes, conoce perfectamente el potencial de estos equipos.

Destaca la personalización y exactitud que se puede lograr gracias al uso preoperatorio de estas impresoras. Es más, lo califica como un nuevo estándar de planificación médica.

“La impresión 3D nos ofrece algo que hasta ahora había logrado ningún método: la posibilidad de que el médico pueda planificar una operación, no con una imagen, sino con un modelo físico exacto (sea de un órgano, de un hueso, una cavidad) en el que pueda ensayar las decisiones que tomará en la cirugía. Esto permite ahorrar dinero, tiempo en el quirófano y riesgos”, explica Helguero.

Con este experto coincide Ralph Suástegui, fundador de Innova 3D, una empresa local dedicada a la comercialización de impresoras 3D desde el 2013 y a la investigación en el área médica desde el 2015.

“El uso de la impresión 3D abarata costos en quirófanos, en fármacos, en tratamientos, en especialistas. Da paso a una medicina más exacta y adaptada a cada una de las necesidades de los pacientes. Lo importante es que Ecuador ya lo está entendiendo y aprendiendo”.

En lo que respecta al futuro, Suástegui habla de 10 años para tener órganos funcionales. Mientras que Helguero lo cree un poco más complejo, pero para nada imposible.

Mientras tanto... ¿Qué necesita Ecuador para no quedarse al margen? Hay dos caminos fundamentales, según los expertos. Primero fortalecer el estudio de esta área en las universidades, no como novelería sino como una nueva rama de producción.

Y lo segundo educar a los niños para que vean a estas máquinas como aliadas a la solución de todos sus problemas.

A Ecuador le falta formación

Andrés Auz / Fundador de inventamaker

La impresora 3D en la Medicina es el futuro. Es el siguiente paso en la historia humana; la posibilidad no solo de crear sino de rediseñar partes del cuerpo bajo ‘x’ o ‘y’, necesidad del ser humano.

Hoy vemos avances en la parte dental, investigaciones para regeneración de tejidos, guías de cortes para cirugías y estamos siendo testigos de las primeras impresoras que usan células madre... Estos primeros pasos nos dicen mucho sobre el gran impacto que tendrá esta tecnología con los años.

Para que Ecuador se sume a esta tendencia es necesario primero una correcta formación académica y segundo, una trinidad entre academia, Estado y empresa privada para que la investigación en este campo avance, se difunda y logre el financiamiento adecuado.

Si nos comparamos con otros países, aunque existan algunos emprendimientos interesantes en temas dentales, por ejemplo, en esta área aún estamos muchos años atrás.

Las cenizas funerarias un nuevo nicho del 3D

La empresa española Narbon es especialista en comunicación y servicios de innovación en el sector funerario y afirma que gracias a la implantación de las nuevas tecnologías el sector de decesos conseguirá altos grados de satisfacción “antes, durante y después del fallecimiento del ser querido”.

Y en esta línea era inevitable su encuentro con la impresión 3D y que utilice esta tecnología para la creación de objetos personalizados a partir de cenizas del difunto.

Su último lanzamiento responde al nombre de 3D Memories, un servicio que permite imprimir en 3D las cenizas de la persona fallecida obteniendo un recuerdo físico de ella.

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