Me niego

Es indiscutible que el pilar del Gobierno para ajustar la escuálida economía ecuatoriana era la eliminación del subsidio de los combustibles. Ante el estallido social, agravado con los hechos terroristas y delincuenciales que azotaron a nuestro país, el Gobierno se vio en la necesidad de retroceder en sus pretensiones y dejó insubsistente la eliminación del referido subsidio. Frente a esta situación, las autoridades comenzaron a trabajar contra reloj para armar un nuevo plan de ajustes económicos que los lleve a reducir el gigantesco déficit fiscal de nuestro país. No tienen opción, la receta tiene que ser cumplida y no les queda mucho tiempo para obedecerla e incorporar su efecto en el presupuesto general del Estado del próximo año. En las nuevas reformas que prepararon sustituyeron el ajuste a los combustibles con una buena cantidad de reformas laborales, tributarias, creación de nuevos impuestos y contribuciones, que afectan de manera importante a buena parte de la clase media y al sector empresarial privado. Es evidente que la propuesta preparada por las autoridades económicas es producto de la desesperación por cumplir como sea con los plazos y medidas recetadas.

Han disparado contra ciertos sectores de la sociedad, como si buscaran mediante la dispersión del impacto de los ajustes, atomizar los reclamos y evitar enfrentar a un solo bloque multitudinario, que ponga a hervir el ambiente, como sucedió durante la crisis social reciente. Como saben que la clase media y el sector privado empresarial no tienen la fama de revoltosos, ni han sido capaces de provocar en los últimos años grandes levantamientos sociales, les han recargado la mano con las medidas propuestas.

Me niego a que me recarguen de más impuestos, no tienen que meter su mano al bolsillo de quienes trabajamos y cumplimos honestamente con el país. Deben ir y vaciárselos a todos los responsables del latrocinio de la década perdida.

Tengo certeza que las medidas no serán aprobadas por la Asamblea y aspiro sean archivadas por injustas, desproporcionadas, discriminatorias e inconvenientes.