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McEnroe maravillo con su calidad

John McEnroe sacó todos sus trucos de la galera para derrotar al ecuatoriano Andrés Gómez en el XI Máster de Quito, en el club Buena Vista.

Festejo. John McEnroe levanta su trofeo de campeón del Máster  de Quito. Se tomó la revancha de hace seis años, cuando Andrés Gómez (izquierda) le ganó en Guayaquil.

John McEnroe sacó todos sus trucos de la galera para derrotar al ecuatoriano Andrés Gómez (6-4, 6-3) en el XI Máster de Quito, en el club Buena Vista.

No tenía la misma velocidad de hace dos décadas, cuando dominaba en el mundo, pero sí la misma precisión. Sus saques milimétricos, sus lanzamientos junto a la línea, los drop shot y hasta su mal carácter, pudieron disfrutarse ayer en la capital.

El espectáculo deportivo tuvo de todo. Tras quince minutos de retraso, por las pocas gotas de lluvia que cayeron, los dos tenistas salieron a la cancha para invitar a todos al pasado e imaginar un partido de Grand Slam. Bastaba escuchar sus nombres y sus éxitos para entender la real magnitud de lo que estaba en la arcilla.

McEnroe inició con fuerza. Rompió el primer servicio de Gómez y tomó la ventaja.

Cuando el estadounidense ganaba 2-1 y tenía la ventaja de 40-30, para obtener su tercer juego, la lluvia se hizo más fuerte y obligó a paralizar el encuentro durante 25 minutos.

Lo curioso fue que apenas terminó de llover, el sol pegó de tal manera que obligó a los dos tenistas a sacarse las chompas. Y siguió el espectáculo. Uno a uno fueron disputando los juegos, tratando de lanzar los golpes que les hicieron famosos.

Gómez, con pequeños problemas físicos, dio lo mejor pero chocó contra las respuestas técnicas del rival.

Algunos asistentes aseguraban que sin un reclamo de McEnroe no era partido. Y se llevaron la grata sorpresa. En el segundo set, cuando iban 2-2, el visitante se opuso a una decisión del juez y gritó, tras lanzar la raqueta. Ya con eso la fiesta fue completa. Los demás juegos tuvieron una carga emotiva, porque estuvieron llenos de golpes especiales.

Al final, McEnroe ganó con justicia, pero Gómez también demostró que sigue siendo el ‘zurdo de oro’ del Ecuador.