Proceso. Donald Trump durante un encuentro en Dakota del Norte.

Matematicamente, Trump es candidato

El millonario Donald Trump sostuvo ayer que ya obtuvo los delegados necesarios para asegurarse la nominación del Partido Republicano a los comicios presidenciales de noviembre en Estados Unidos, un paso que hace menos de un año muy pocos creían posible.

“Me siento honrado”, dijo Trump en una conferencia de prensa, rodeado por un puñado de delegados que anunciaron su apoyo en la convención partidaria, permitiéndole superar la marca de los 1.237 representantes para sellar su victoria.

“Estas personas que están detrás de mí nos permitieron superar la barrera”, dijo Trump en una conferencia de prensa en Bismarck, Dakota del Norte (noroeste), acompañado en el escenario por delegados de ese estado que comprometieron su apoyo al empresario en la convención partidaria.

Ayer, las cadenas CNN y ABC, así como la agencia Associated Press, informaron que ese apoyo le había permitido a Trump franquear la barrera de los 1.237 delegados a la convención partidaria.

Formalmente, el partido no divulgará el número total de delegados hasta el inicio de la convención, prevista entre el 18 y el 21 de julio en Cleveland.

Todos los analistas coinciden en afirmar que de cualquier manera Trump conseguiría los 1.237 delegados necesarios durante la primaria republicana que se realizará el 7 de junio, en California.

Su desafío ahora es la Casa Blanca, en la que busca suceder al actual mandatario Barack Obama, de quien dice ha desarrollado “un horrible trabajo”, y para lo que presumiblemente enfrentará a la virtual candidata demócrata y exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.

“Aquí estoy viendo cómo Hillary (Clinton) lucha y no puede imponerse”, comentó Trump ayer sobre su probable rival, quien ha enfrentado más dificultades de las esperadas para asegurar su nominación frente a Bernie Sanders, quien se autodefine como socialista.

En respuesta a las declaraciones de Obama, el candidato republicano Donald Trump dijo que es “bueno” que los líderes mundiales estén “inquietos” por sus controvertidos comentarios en política exterior.

Sus incendiarias propuestas, que en otras circunstancias habrían provocado su hundimiento inmediato, han servido paradójicamente de impulso para su inesperado triunfo.

“Cuando México envía a su gente, no están enviando a los mejores. Están enviando a gente que tiene muchos problemas, y están trayendo esos problemas con ellos. Traen drogas. Traen delitos. Son violadores. Y algunos, supongo, son buena gente”, declaró Trump al inicio de su campaña ante la estupefacción generalizada.

Algunas de sus promesas, como construir un muro en la frontera con México para evitar la entrada a inmigrantes, o la prohibición de acceso de musulmanes a EE. UU., se han convertido en temas recurrentes en una campaña enmarcada bajo el lema “Volvamos a hacer grande a Estados Unidos”.

Obama critica a candidato

“Muchas de las propuestas que ha hecho demuestran o bien ignorancia respecto a los asuntos internacionales o bien una actitud arrogante”, dijo en una corta pero lapidaria declaración el presidente estadounidense Barack Obama respecto al candidato republicano Donald Trump, que intenta sucederlo en la Casa Blanca. Lo hizo desde la ciudad nipona de Ise-Shima, donde tiene lugar la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno de los grandes países industrializados (G7).