Mal de todos. . .
“El desierto de coincidencias en Argentina es cada vez mayor, lo que hace que haya cada vez más ausencia de país. Pocos comparten lo mismo. Ninguno lo siente de todos y los universos cada vez están más distantes”. Estas frases fueron pronunciadas por el historiador argentino Tulio Halperin Donghi al analizar la política de su país. Pero son aplicables al Ecuador porque lo mismo sucede dentro de nuestras fronteras. Lo vivimos cuando observamos la conducta, tanto de los que nos gobiernan como de nosotros, los gobernados. Cada sector piensa únicamente con la mirada puesta en sus exclusivos intereses. Es decir, no piensan en función de país, porque lo sienten cada vez más lejano y distante.
Los problemas que aquejan al Ecuador, al igual que a todos los pueblos de la tierra, demandan de propuestas y de soluciones positivas, concretas, planteadas no con resultados “a la vuelta de la esquina”, sino para dentro de un corto o mediano plazo. Los pueblos que tienen esta filosofía y que proceden de esta manera son los que han pasado a ser, incluso, primeras potencias, no obstante haber casi desaparecido de la faz de la tierra por guerras incruentas, por bombardeos atómicos.
Por desgracia los ecuatorianos, para referirnos a nosotros mismos, tenemos una idiosincrasia o sea un modo de ser característico muy particular que nos distingue, por lo que todo esperamos de los otros, nos quejamos de todo, de todo nos lamentamos; planteamos únicamente peticiones antes que propuestas que cubran a la mayoría de compatriotas.
Seguimos gritando en las calles y plazas los mismos gritos de hace cincuenta años, lanzados por los mismos “líderes” que no reconocen que fracasaron en sus gestiones hechas dizque a favor de los “desposeídos”.
Esta manera de ser es inaceptable. Nuestro país demanda líderes que no piensen en las elecciones que se avecinan, que no piensen solo en ser elegidos por su “popularidad” (¿?), sino que triunfen por su capacidad, experiencia al servicio de la colectividad, por su honradez, para que sean artífices de un nuevo Ecuador.