Sede. Lula, ayer en Sao Paulo, con la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann.

Lula desafia a los jueces

“Esta sentencia no me deja fuera de juego”, dice sobre su condena a 9 años de prisión. No renuncia a ser candidato en las presidenciales de 2018 en Brasil.

El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por corrupción y lavado de dinero, prometió ayer luchar “en todas las instancias” para demostrar su “inocencia” y se mostró más dispuesto que nunca a ser candidato para las elecciones presidenciales de octubre de 2018.

En su primer pronunciamiento público tras la condena, realizado en la sede del Partido de los Trabajadores (PT), en Sao Paulo, Lula cargó contra fiscales, policías, prensa y especialmente contra el juez Sergio Moro, que el miércoles lo sentenció en primera instancia a 9 años y medio de prisión por, supuestamente, beneficiarse de la trama corrupta que operó en la estatal Petrobras.

“Quiero hacer un llamado a la prensa y al pueblo brasileño: Si alguien tiene una prueba contra mí, que lo diga, que la manden” a la Justicia, dijo.

El magistrado dio por comprobado que Lula recibió unos 700.000 dólares en sobornos materializados en la reserva y reforma de un lujoso apartamento en el balneario de Guarujá, en Sao Paulo, algo que negó en rotundo el líder político.

La causa penal por la que fue condenado y para la que cabe recurso es una de las cinco que tiene abiertas con la Justicia, la mayoría relacionadas con el caso Petrobras, que ha enviado a prisión a decenas de políticos y empresarios.

Para Lula, de 71 años, la sentencia “tiene un componente político muy fuerte” y “ninguna verdad fue tomada en cuenta”. “Si alguien quiere sacarme de juego con esa sentencia, tiene que saber que sigo en el juego”, aseveró el político, quien fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010 y faro de la izquierda regional.

En este sentido, Lula anunció que recurrirá “en todas las instancias” la pena, que puede ser revertida por un tribunal superior y le permite, por el momento, ser candidato en 2018, condición que perdería si la sentencia fuera ratificada en segunda instancia.

Por tanto, el futuro político de Lula estará en manos de los tres jueces que componen la octava sala del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región, que acostumbra incluso a imponer penas más severas. Sin embargo, Lula espera seguir el mismo camino del extesorero del PT Joao Vaccari Neto, recientemente absuelto en esa instancia tras haber sido condenado a 15 años de prisión por su implicación en el caso Petrobras.

El presidente del tribunal regional, Carlos Eduardo Thompson, afirmó ayer en entrevista a Rádio Band que “con casi absoluta certeza” antes de las elecciones será juzgado el caso.

Sin embargo, ni siquiera está claro si Brasil celebrará sus elecciones previstas normalmente en octubre de 2018. La presidencia del conservador Michel Temer, que sustituyó a Rousseff, pende ahora de un hilo después de ser grabado dando su aparente aval al pago de un soborno. La fiscalía general lo denunció por corrupción y su futuro está en manos de la Cámara de Diputados.

Comisión parlamentaria rechaza el juicio a Temer

Una comisión parlamentaria recomendó ayer archivar la denuncia de corrupción que podría costar el cargo al presidente brasileño, Michel Temer, aunque el informe debe ser votado aún en el plenario de la Cámara de Diputados.

La posición favorable al Gobierno obtuvo 40 votos en la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía, contra 25 que querían encaminar a la Corte Suprema la denuncia formulada por el fiscal general.

La votación se realizó sobre el informe del diputado Sergio Zveiter, quien recomendaba darle continuidad a la acusación y permitir que el Supremo Tribunal Federal (STF) evalúe si lo elevaba a juicio.

La decisión del Pleno de 513 diputados aún no tiene fecha definida, pero el gobierno de Temer busca acelerar los plazos y votarlo entre hoy y el lunes, sobre el filo del receso parlamentario.